Favor de utilizar de domingo para lunes

• Son fundamentales en poblados donde los médicos no llegan

• Sugiere el PRD respaldar y reconocer sus ancestrales conocimientos

En México anualmente fallecen mil 300 mujeres por causas relacionadas con la maternidad, mientras que, a nivel mundial, cada minuto muere una mujer por complicaciones durante el embarazo y parto, es decir alrededor de mil 400 cada día, afirmó la diputada Angélica de la Peña Gómez (PRD), presidenta de la Comisión de la Niñez, Adolescencia y Familias.

Indicó que de acuerdo al Informe de Avance 2005 de los Objetivos de Desarrollo del Milenio en México, publicado por el gobierno federal en abril de este año, el 75 por ciento del total de este tipo de defunciones se concentraron en 12 de las 32 entidades federativas, principalmente en el centro y sureste del país.

Sostuvo que las habitantes en municipios predominantemente indígenas tienen el doble de riesgo de morir por una causa materna que las que viven en municipios con menos del 40 por ciento de la población indígena, situación que determina que el cuidado y la atención del embarazo, parto y postparto son consideradas como labores que pertenecen a las madres, abuelas, tías, suegras y parteras.

Reconoció que en el ámbito de salud reproductiva, las parteras tradicionales desarrollan en el medio rural e indígena un papel significativo en la atención de las mujeres durante el embarazo, parto y puerperio.

Precisó que en base a la encuesta nacional de Fecundidad y Salud de México, en las comunidades menores de dos mil 500 habitantes, el 44.5 por ciento de los partos son atendidos por parteras y, aún en poblados de dos mil 500 a veinte mil habitantes, la atención que ofrecen es del 23.7 por ciento.

La Secretaría de Salud reporta la existencia de 22 mil parteras que atienden cada año a 370 mil mujeres, que curan a las familias, aconsejan sobre planificación familiar en lugares donde ningún médico llega, pero destaca la atención que brindan en alumbramientos de alto riesgo y no se cuenta con los recursos suficientes.

La iniciativa propuesta por Marbella Casanova Calam (PRD), y leída por De la Peña Gómez, reforma los artículos 6, 62 y 90 de la Ley General de Salud, y adiciona el artículo 39 bis, para otorgar reconocimiento a las parteras indígenas y rurales, al ser el conocimiento de éstas fundamentalmente empírico y práctico.

“En muchas regiones se reconoce su labor, ya que por lo general atienden a las mujeres de bajos recursos, quienes no cuentan con servicios de salud, ni con la posibilidad de atenderse con médicos y clínicas privadas, al implicarles erogaciones que superan sus ingresos”, aseguró la diputada al leer el documento.

Resaltó que una de las demandas de las organizaciones vinculadas a las acciones de reducción de la mortalidad materna es la capacitación de las parteras, ya que la preservación y apoyo a su labor puede coadyuvar en hacer llegar un servicio de salud a las regiones más alejadas y desprotegidas.

Dijo: “las parteras tienen la calidad y calidez necesaria para la atención de las mujeres, además de su experiencia en la práctica cotidiana”. Agregó que este modelo de atención forma parte de la tradición e identificación social y cultural entre los usuarios de la medicina tradicional.

Planteó que la valoración del papel de las parteras tiene que verse reflejado en el establecimiento de incentivos y compensaciones a su labor. Dijo: “El pago que reciben por la atención de un parto es, muchas veces, en especie y cuando obtienen dinero es muy poco”.

Finalmente solicitó que en el Presupuesto Federal se asignen recursos de forma directa o a través de los gobiernos estatales para instrumentar programas de apoyo a las parteras, además de la ampliación y mejora de los servicios de salud, a fin de que contribuyan a la disminución de las tasas de muerte materna.