Al cumplirse el Quinto año de ejercicio constitucional del Presidente Vicente Fox, Heliodoro Díaz Escárraga, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, reconoció que la relación entre los Poderes Ejecutivo y Legislativo no ha estado exenta de diferendos y conflictos.

Dijo que a pesar de que esta Legislatura solo ha rechazado cinco de las 72 iniciativas presentadas por el Ejecutivo, lo que demuestra que no existe una oposición sistemática o sin razón a los proyectos del Gobierno, no ha sido posible lograr consensos sustantivos en materias fundamentales, como la energética, la hacendaria o la laboral, porque la visión que al respecto ha externado el Ejecutivo se opone a los principios ideológicos y a los programas de acción de la mayoría de los partidos políticos y sus grupos parlamentarios.

Señaló que no obstante que el Poder Legislativo ha puesto todo su empeño para actualizar la normatividad federal, a través de más de 130 reformas constitucionales y legales publicadas, en los últimos 27 meses, y contribuir, por ese medio, a resolver los problemas más recurrentes del país, la administración pública, responsable de aplicar esa normatividad, no ha hecho la tarea como debiera.

De esa forma, persisten el bajo crecimiento económico, el desempleo, la pobreza o la inseguridad pública, como fenómenos que lastiman a la sociedad mexicana; sin que se hayan diseñado políticas públicas efectivas que deriven en programas que erradiquen los subejercicios presupuestales, el asistencialismo, la distribución clientelar de recursos públicos y las asimetrías en el desarrollo regional; o que atemperen el delito, el tráfico de influencias, la corrupción y la impunidad.

Es por ello que, ante la falta de resultados y el incumplimiento de las promesas hechas en campaña por el Presidente Fox, este ha asumido, en muchas ocasiones, el expediente fácil de culpar al congreso de las deficiencias de su administración.

Esto se ha visto reflejado en las últimas encuestas de opinión que dan cuenta de que la ciudadanía reprueba la forma de relación que el Presidente de la República ha sostenido con el Legislativo.

Sin embargo, Díaz Escárraga, señaló que es optimista y que por eso cree que aún hay tiempo para rectificar y lograr acuerdos que, en lo que resta a la administración del Presidente Fox, impulsen el desarrollo del país y mejoren el bienestar de los mexicanos.

La finalización de la controversia constitucional respecto al presupuesto de 2005 y la seguridad que el legislativo tiene de que no se vetará el de 2006, son indicadores que, en su opinión, permiten fundamentar ese optimismo.