• Fortalecerá la propiedad social de los ejidos

• Destaca la concepción de la unidad agrícola de la mujer

Con el propósito de crear disposiciones que atiendan a los grupos más vulnerables del agro mexicano, como son las mujeres, los jóvenes y los pueblos indígenas, el pleno de la Cámara de Diputados aprobó en lo general con 240 votos en pro, 139 en contra y 14 abstenciones, dictamen de la Comisión de Reforma Agraria, por el que se expide la Ley Federal Agraria, dejando la discusión en particular para la próxima sesión, que se verificará mañana 14 de diciembre.

El documento precisa ampliar y fortalecer la organización del ejido, de la comunidad; proteger el patrimonio de comunidades y profundizar los alcances de la organización social, asociaciones o sociedades agrarias. También prevé adecuar el procedimiento judicial agrario ante los Tribunales Agrarios.

Indica que con la expedición de una nueva Ley Federal Agraria se cubrirán las deficiencias y atenderán las necesidades existentes, y por otra, se establecerá el marco normativo y las bases para el establecimiento de políticas de Estado para el desarrollo del sector agrario.

Advierte que el único fin es el de servir al campo mexicano y con ello al país en su conjunto, así como contribuir con una nueva ley que auxilie a resolver los graves problemas del campo nacional, pero sobre todo, que abra el camino para que los problemas del agro se coloquen en el centro de discusión.

Destaca que en un futuro se superarán las causas de fondo y plantearán las alternativas estructurales que tienden a revertir las condiciones de atraso y abandono de los campesinos.

Puntualiza que la importancia de los pueblos y comunidades indígenas no pueden seguir siendo soslayadas, ya que representan a seis mil 830 ejidos y comunidades, con una superficie de 22 millones de hectáreas, ubicadas en selvas y bosques.

Al fundamentar el dictamen, el diputado Manuel García Corpus (PRI), señaló que con esta ley se busca generar empleos a los 12 millones de personas jóvenes que habitan en el campo. Agregó que ya no hay tierras por repartir.

Precisó que los créditos y la inversión no han llegado, por lo que en los últimos 20 años la inversión en fomento agropecuario se ha reducido en 95 por ciento, el gasto público en 73 por ciento y el crédito agropecuario en 64 por ciento, dejando al campo en estancamiento, dependencia alimentaria y agudización de la pobreza.

PRI

Al fijar posicionamiento por el PRI, el legislador Elpidio Concha Arellano, destacó que el campo vive condiciones de pobreza, ya que se encuentra empantanado, provocándole agudeza. Dijo: “No nos olvidemos del campo y de la gente pobre, recordemos que las grandes luchas sociales de nuestra historia han tenido que ver con los campesinos, la lucha por la tierra y la mejora de condiciones de este sector”.

Sostuvo que el dictamen logró avances para fortalecer la propiedad social de los ejidos, se protege a comunidades y ejidos pertenecientes a pueblos indígenas, y más que nada se fomenta la organización interna agraria, destacando la concepción de la unidad agrícola de la mujer.

PAN

En su turno, el diputado Rubén Alfredo Torres Zavala (PAN) señaló que los políticos en México deben entender que los ejidatarios y comuneros han decidido, en libertad, seguir siendo comuneros y ejidatarios, y que la libertad para decidirlo es irrenunciable.

Aseveró que apenas inicia una nueva etapa en la discusión de la viabilidad del México agrario, por lo que queda pendiente el federalismo del sector agrario, así como la creación de los Consejos de Judicatura en esta materia.

PRD

En tanto, la diputada perredista Ana Lilia Guillén Quiroz dijo que el campo sufre un severo problema de envejecimiento en los titulares de las tierras, lo cual deja sin parcelas y sin fuente de empleo a los jóvenes. Sostuvo que los derechos de las mujeres y la equidad de género quedan fuera de esta ley, y más bien representa la contra reforma agraria de 1992.

Aseguró: “No le podemos decir al ejidatario: aquí tienes tu tierra y véndela; ni mucho menos: come puños de tierra”. Destacó que la situación de migración que se vive debiera dar una idea clara de que no se puede legislar tan sólo por ser diputado.
PC

En su turno, el diputado Jesús González Schmal (PC) resaltó que la tierra y la propiedad corresponden a los trabajadores que en forma privada o colectiva las explotan con un sentido no sólo de subsistencia y de legítimo ingreso para su propio desarrollo, sino con el sentido de aportar la suficiencia alimentaria.

En pro

Al hablar en pro, el diputado Gustavo Zanata Gasperín (PRI) dijo que la aprobación del dictamen permitirá fortalecer la organización social básica de ejidos y comunidades; la constitución de figuras asociativas y el desarrollo del potencial productivo de las mujeres campesinas para beneficiar la economía de sus familias, núcleos agrarios y comunidades.

Destacó la aplicación de dos medidas: la consolidación de la unidad agrícola industrial de la mujer, al convertirla en una figura asociativa agraria de primer nivel, y el establecimiento de un orden de preferencia en materia de sucesiones, protegiendo a la cónyuge y a la familia.

Mencionó que el objetivo es revertir la compleja situación que viven miles de hogares campesinos por la migración a la que se ven obligados niños, jóvenes y adultos ante la falta de oportunidades.

En tanto, el legislador Margarito Fierros Tano (PRD) aseguró que quien revise concienzudamente el proyecto no encontrará en las propuestas ninguna que consolide, apoye o perfeccione la reforma Salinista de 1992. “Si no apoyamos esta ley, estaríamos apoyando la reforma Salinista que decimos combatir”, indicó.

Asimismo el diputado Luis Andrés Esteva Melchor (PAN) indicó que la Ley Federal Agraria es una oportunidad de reivindicarnos con los sujetos agrarios, es decir, con las mujeres y hombres del campo.

Agregó que el dictamen establece la obligatoriedad para los magistrados agrarios de conducir el proceso, presenciar las audiencias, garantizar el equilibrio de las partes y, sobre todo, velar por la legalidad en el campo.

En contra

Al hablar en contra, el diputado Javier Manzano Salazar (PRD) aseguró que un nuevo porfirismo aparece en el campo mexicano y los nuevos científicos surgen al amparo de los puestos públicos disfrazándose de ejidatarios, mientras que los campesinos emigran a las ciudades y a los Estados Unidos.

“Los neoliberales quieren un campo sin campesinos, aspiran a crear la nueva casta de hacendados, introduciendo el modo de vida estadounidense”, afirmó.

En el mismo sentido, el legislador Bernardino Ramos Iturbide (PRD) manifestó que los pueblos indígenas tienen derecho al reparto equitativo de las utilidades generadas de las actividades agrarias, sin embargo, no es el espíritu de esta reforma y sí la modernización de la legislación en la materia para continuar las expropiaciones de las tierras de las etnias.

Agregó que votar en contra del dictamen de la Ley Federal Agraria es generar las condiciones para retomar la discusión de fondo, que es la reforma al 27 constitucional, para fortalecer la propiedad social, continuar el reparto, concluir el rezago agrario y dar seguridad jurídica en las distintas formas de tenencia de la tierra.

En su turno, la diputada María Hilaria Domínguez Arvizu (PRI) señaló que la citada ley viene a abrirle el camino a los extranjeros o a los narcotraficantes para que compren las tierras, acaparadas en unas cuantas manos.

Posteriormente se levantó la sesión y se citó a la próxima que tendrá lugar mañana miércoles 14 de diciembre, a las 11:00 horas.