• Se llevó a cabo el Foro “Derecho Comparativo en Radio y Televisión”

Es necesario crear un organismo integrado por ciudadanos que supervise el comportamiento ético de los periodistas y comunicadores, que regule y garantice la no discriminación y verifique el cumplimiento de las diversas normatividades que atañen a los medios de comunicación.

Esta es una de las conclusiones a las que se llegó en el Foro “Derecho Comparativo en Radio y Televisión”, en el que participaron especialistas en el tema como los doctores Ernesto Villanueva Villanueva e Issa Luna del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, así como del Maestro Rudolf Hubr de la Fundación Honrad Adenauer, de Alemania, y diputados del Comité de Comunicación Social de la Cámara de Diputados.

El legislador José Luis Medina Lizalde (PRD), presidente de dicho Comité, reconoció que la participación de los periodistas en la democratización de la vida pública es de suma importancia, sin embargo, señaló, el orden comunicacional en México sigue siendo autoritario pero con discurso democrático.

“Cuando escucho a los concesionarios hablar de libertad de expresión no sé qué pensar, ya que son ellos mismos el obstáculo para que los mexicanos obtengan este derecho”, añadió el diputado perredista.

Medina Lizalde aseguró que la libertad de expresión es un derecho cuya titularidad le corresponde a la ciudadanía, no a los concesionarios.

Por su parte, el doctor Ernesto Villanueva señaló que existe una distancia abismal entre lo que pasa en México y lo que sucede en Estados Unidos o Alemania en el tema del acceso de partidos políticos a los medios de comunicación.

En Estados Unidos, agregó, tanto los partidos políticos como el Poder Ejecutivo y gobierno en general se comportan como si fueran empresas, es decir, destinan recursos en función de la rentabilidad del impacto de audiencia, raiting y tiraje.

Villanueva señaló, por otra parte, que en ningún otro país del mundo existe lo que en México se conoce como tiempo oficial, el cual consiste en una especie de impuesto en especie para usarlo a favor del Estado.

Agregó que el acceso a los medios de comunicación por parte de los partidos políticos se da a través de tres mecanismos: primero, con el uso de recursos públicos a los tiempos de Estado; segundo, presupuesto asignado a los partidos políticos, y tercero, inversión privada autorizada muy limitada por la Ley.

Rudolf Hubr precisó que, en Alemania, para las cadenas televisoras públicas es obligatorio otorgar el mismo tiempo a cada opción política, mientras que las empresas privadas toman la decisión de transmitir o no anuncios, ya que no pueden cobrar por el tiempo ocupado, además que deben de hacerlo también de manera equitativa.

Añadió que a los partidos políticos se les tiene prohibido hacer publicidad en radio y televisión, a menos que sean tiempos electorales, y es en estos casos cuando se distinga, antes y después del spot, el tipo de mensaje transmitido.

De igual forma, aclaró que los especios para los partidos políticos son los mismos, sin embargo, aquellos que hayan obtenido un mayor número de votos en las elecciones anteriores contarán con preferencia de horario de transmisión.

Posteriormente, Rudolf Hubr precisó que en Alemania no existe una legislación federal que regule a los medios de comunicación; cada uno de sus dieciséis estados cuenta con una ley, y para cuidar la armonía entre ellos, se ha firmado un convenio donde se establecen las bases para su regulación así como una academia que vigila que no existan monopolios.

Finalmente, aseveró que las cadenas televisivas deben de cumplir con tres principios fundamentales: independencia entre los medios de comunicación y el Estado, libertad de programación y expresar la pluralidad de opiniones.