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• Al respecto, el diputado Pablo Alejo López Núñez (PAN) presentó una iniciativa de reforma al Cofipe, que se estudia en la Comisión de Gobernación
Bajo la hipótesis de que no existe ningún argumento de tipo económico o jurídico lo suficientemente contundente como para justificar la existencia de una norma que prohíba, durante el día de la jornada electoral y el anterior a éste, el funcionamiento de todos los establecimientos que, en cualesquiera de sus giros, expendan bebidas embriagantes, el diputado del PAN, Pablo Alejo López Núñez, presentó iniciativa que reforma el artículo 239 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales.
El documento que analiza la Comisión de Gobernación señala que vender este tipo de bebidas nada tiene que ver con el desarrollo tranquilo y sin percances de los procesos electorales. Que las personas que así lo deseen puedan comprar vino o cerveza, en nada atenta contra los principios de certeza, legalidad, independencia, imparcialidad y objetividad, los cuales, como lo establece el artículo 41 de la Constitución Política, son los rectores de los procesos electorales.
La reforma a este artículo 239 del Cofipe, conllevaría a un mayor dinamismo en las actividades restaurantera, hotelera, turística y la diversión nocturna para los visitantes a diferentes destinos turísticos, establece el documento.

El diputado López Núñez adujo: “no me resulta inadvertido el hecho de que, para garantizar una buena jornada electoral, es condición necesaria preservar el orden, asegurar el libre acceso a la casilla electoral y garantizar en todo tiempo el secreto al voto”.
Lo que no comparto es que para lograr lo anterior sea necesario impedir el libre comercio de bebidas embriagantes. Más aún cuando el propio Cofipe, en su artículo 122, ya prevé como atribuciones del Presidente de la mesa directiva de casilla facultades específicas para mantener el orden en el lugar y en sus inmediaciones, con el auxilio de la fuerza pública si fuese necesario, afirmó.
El legislador de Acción Nacional fundamentó que, actualmente hablar de elecciones federales, confiables y transparentes, ya no es una quimera. Se trata de una realidad tangible. “Los grandes esfuerzos nacionales han rendido frutos en este tema. La lucha hoy es por consolidar y depurar, pero la credibilidad ya existe”.
Buscar una modificación a la legislación federal que concretamente establece la prohibición de expender bebidas con graduación alcohólica, se vuelve un imperativo, sobre todo para los lugares cuya economía se pone en riesgo por una medida que poco aporta al desarrollo de los procesos electorales, sobre todo en los sitios que por décadas se desarrollan con alto grado de civilidad, agregó el diputado.
Sin embargo, aseguró, “Con lo que no se puede estar de acuerdo es que desde un código electoral se atente contra libre comercio de un producto legal, el cual genera millones de pesos, por el simple hecho de que la autoridad competente no entiende que la sociedad es lo suficientemente capaz de comportase a la altura de nuestra democracia electoral, con o sin prohibiciones anacrónicas”.
Por ultimo, aclaró que para preservar el orden y la paz social durante la realización de los comicios, las autoridades locales pueden contar con el marco legal para prohibir la venta de alcohol, durante el día de la jornada electoral, sólo cuando resulte estrictamente indispensable.