En el mundo se recuerda el pontificado de Juan Pablo II como uno de los más fecundos y ejemplares de la Iglesia católica; se le reconoce por su trabajo en la defensa de la paz y contra el totalitarismo.

Así lo manifestó la diputada María del Carmen Izaguirre Francos (PRI), secretaria de la Comisión de Participación Ciudadana, al inaugurar el Foro Análisis del Legado Humanista de Juan Pablo II, en el Palacio Legislativo de San Lázaro.

Posteriormente, el sacerdote José de Jesús Aguilar Valdez, subdirector de Radio y Televisión de la Arquidiócesis de México, aseguró que la primera visita de Juan Pablo II a nuestro país, en 1979, fue determinante en la historia de las relaciones entre la Iglesia y el Estado mexicano.

Fue así, agregó, como dio inicio una nueva etapa en las relaciones diplomáticas entre ambas instituciones; desde ese momento viejas cicatrices comenzaron a sanar y atrás quedaron los días de recelo que tuvieron inicio poco después de que México alcanzara su independencia.

Aguilar Valdez consideró que la grandeza de Juan Pablo II no se puede expresar sólo con cifras, su acción política, su influencia en la caída del Muro de Berlín o el arbitraje que ejerció ante el conflicto fronterizo entre Argentina y Chile.

Durante el foro participaron Teresa Alfaro de Calvo, presidenta de la Asociación Mexicana de Voluntarios, José Antonio Calderón Cardoso, presidente nacional de Alianza Social; Raúl González Schmall, del Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana.

Los ponentes centraron sus discursos en la lucha del Jefe del Estado Vaticano en defensa de los derechos humanos, la libertad de credo de todos los individuos, el respeto a la vida y la preponderancia que Juan Pablo II dio al ser humano como persona.

A su vez, la diputada María del Carmen Izaguirre Francos (PRI) rechazó que abordar este tema sea para arraigar la idea de que México es un país cien por ciento católico; no se debe malinterpretar, pues somos una nación plural y sus representantes populares siempre han pugnado por la libertad de culto.

Destacó: “la Comisión de Participación Ciudadana siempre ha dicho que es imposible que los diputados actuemos bien si no sabemos qué quiere nuestra gente”, por lo que se ha abierto a tratar los más variados temas, comentó por último.