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• Podría pensarse una reforma para establecer la segunda vuelta electoral cuando haya bajo porcentaje de votantes: Julián Angulo

El abstencionismo electoral se debe a un hartazgo social resultado de la pelea permanente entre los partidos por lograr la preferencia en el ciudadano, se ha polarizado en disputas verbales y descalificaciones, cuya única consecuencia es cargar negativamente a la sociedad.

Coincidieron en señalar diputados del PRI y del PAN al referirse al alto índice de abstencionismo de las elecciones del pasado fin de semana, que alcanzó casi el 60 por ciento y el cual debe combatirse con el trabajo de los actores políticos en todos los órdenes de gobierno y de los tres poderes de la unión.

El diputado Julián Angulo Góngora (PAN), presidente de la Comisión de Gobernación, dijo que para combatir este fenómeno es necesario generar marcos positivos de lo que la gente requiere y lo que quiere escuchar, porque ha habido polarización en las disputas verbales y descalificaciones, cuyo único resultado es “cargar con aspectos negativos al ciudadano”, quien sólo se entera de las “vencidas” entre el Presidente y algunos legisladores, o gobernadores, o el IFE con descalificaciones de actores políticos.

Lo que interesa a la población, indicó, es tener empleo, educación para sus hijos y seguridad; sobre eso quiere escuchar, pero “no se lo estamos brindando; cuando le damos datos al respecto descalificamos o adelantamos una mala actuación de algunos gobiernos y todo esto ha minado el potencial político del ciudadano para colaborar”.

Asimismo, advirtió que para las elecciones federales de 2006 se podría prever un índice de abstención similar al de las votaciones del pasado fin de semana. “Entramos en los escenarios posibles, pero sería muy lamentable que así fuera y, sobre todo, teniendo tiempo para que algo se pueda hacer”.

Envió un llamado a los actores políticos para construir y apoyar aspectos benéficos de gobierno, no solamente ver y resaltar lo malo. “No se trata de abordar en tribuna y en los medios los aspectos negativos, sino de que los poderes Judicial, Legislativo y el propio Ejecutivo veamos las formas de apoyar al país para sacarlo adelante”.

Manifestó su preocupación porque un porcentaje tan bajo de votantes elija a un gobernante y consideró que, dada esta situación, podría pensarse en una reforma para establecer la segunda vuelta electoral por razones de abstencionismo.

“Lo que sí está establecido es que cuando existen violaciones graves se deben repetir las elecciones y, en el caso del Estado de México, yo creo que sí las hubo, pues se superó en mucho el tope de los gastos de campaña”, afirmó el panista.

No obstante que reconoció el triunfo del candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, añadió que se violaron reglas esenciales del proceso electoral y debe anularse la elección, de lo contrario se sentaría un grave precedente.

El legislador mexiquense resaltó que la aprobación del voto de los mexicanos en el extranjero tuvo como finalidad consolidar y hacer efectivo un derecho, no salir a buscar el sufragio para los partidos.

La aprobación del voto de los mexicanos en el exterior constituyó la consolidación de un derecho, no la búsqueda del sufragio en beneficio de ningún partido político.

Por otra parte, la diputada María del Carmen Izaguirre Francos (PRI), secretaria de la Comisión de Participación Ciudadana, dijo que el abstencionismo electoral se debe a un hartazgo social, porque en la construcción de la democracia lo que han hecho los partidos políticos es pelearse por lograr la preferencia en el ciudadano.

“Hay que ver las campañas: cada 10 pasos hay un letrero, cada 10 minutos un anuncio, por todos lados hay un candidato y el ciudadano ya está cansado”, argumentó.

Indicó la conveniencia de establecer topes de campaña y precampaña, porque molesta a la gente, que tiene necesidades y ve todo ese derrame de dinero.

Descartó que el abstencionismo sea mayor o igual para las elecciones federales del año próximo, “va a ser poco menos fuerte que ahora. Aunque la situación puede estar peor, no creo que pase, pues la conciencia ciudadana va creciendo”, enfatizó la diputada poblana.

Coincidió con Angulo Góngora en que la aprobación del sufragio desde el exterior es la consolidación de un derecho constitucional, “aunque habrá el interés de cada partido de pensar cómo se ganan esos votos”.

En realidad no fue por eso –abundó—, aunque cabría preguntarse por qué se desperdician los votos de aquí y se buscan los de allá, que van a costar más dinero, pero el voto en el extranjero es un derecho de ellos; los partidos van a pensar cómo se ganan esos sufragios, pero el fin no es ayudar a un partido sino consolidar un derecho, subrayó.

Reconoció que de los cuatro millones de mexicanos residentes en el exterior que cuentan con credencial de elector, puede ser que sólo un millón ejerza su derecho al voto.

Ante la situación de que en los comicios locales pasados menos de la mitad del electorado decidió quién será gobernador, la legisladora priísta señaló que sería justo pensar en una segunda vuelta electoral mediante una reforma en la materia, pero buscar su implementación sólo por estas razones, dijo, sería complicarnos más.

“Lo que se necesita es ganar el voto del ciudadano con trabajo; eso es lo que tenemos que hacer y cuando lo hagamos, la gente va a regresar”.