Para combatir la adulteración y falsificación de bebidas con algún grado de alcohol, o cualquier sustancia y producto de consumo humano, la Comisión de Salud tiene listo el dictamen por el cual aplicaría pena de tres a diez años de prisión y multa de cien a diez mil días de salario mínimo, a quien adultere, falsifique, altere o permita tales acciones.

Esto, debido a que en México cada año se venden 3 millones de botellas de bebidas alcohólicas, lo que demuestra que este consumo lejos de disminuir va en ascenso.

El proyecto indica que, de acuerdo a la Secretaría de Salud, el alcoholismo afecta a 32 millones de personas, de las cuales el 10 por ciento tiene serios problemas en su forma de beber, además de quecerca de 650 mil hombres y aproximadamente 15 mil mujeres padecen dependencia grave.

Afirma que aunado a los severos problemas de salud relacionados con el consumo de alcohol, como es la cirrosis, se deben agregar los riesgos vinculados con la proliferación, venta y consumo de bebidas alcohólicas elaboradas al margen de cualquier regulación o control de calidad.

Destaca que las bebidas adulteradas ya no sólo se venden en la clandestinidad sino que han comenzado a introducirse en establecimientos formales.

Puntualiza el dictamen que uno de los objetivos es endurecer las sanciones contra la adulteración y falsificación de medicamentos y bebidas a efecto de complementar las recientes adiciones a la Ley General de Salud.

Señala que la adulteración y el contrabando de bebidas alcohólicas son indeseables entre la población que las consume y para la economía e industria. Añade que la deformación a productos de consumo humano, como bebidas y medicamentos no dejan de ser materia del Congreso de la Unión.

El proyecto, de ser aprobado por el Pleno de la Cámara de Diputados, modificaría la Ley General de Salud, el Código Penal Federal, la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada, y la Ley de Fomento y Protección de la Propiedad Industrial.

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