Legisladores de las fracciones parlamentarias del PAN, PRD, PRI y Convergencia coincidieron en que el conflicto de 1994 en Chiapas no está resuelto porque persisten problemas agrarios, exclusión social, explotación, marginación y violación a los derechos humanos, que han hecho que el problema se extienda hacia otras regiones del país.

Durante una reunión de la Comisión Bicamaral de Concordia y Pacificación (Cocopa), su presidente Arturo Gálvez Rodríguez (PRD) informó que se acordó citar a los actores involucrados en el conflicto, para elaborar un diagnóstico preciso y una agenda de trabajo que permita construir acuerdos.

El diputado Alejandro Chanona Burguete (Convergencia), se pronunció por revisar el nuevo contexto del conflicto y actualizarlo, toda vez que no se ha resuelto y las voces indígenas son poco escuchadas.

Por ello, dijo, es fundamental establecer una metodología de trabajo con base a las reuniones que sostenga la Comisión, porque hasta el momento no se tiene materia suficiente para construir acuerdos.

Por su parte, la diputada Martha Cecilia Díaz Gordillo (PAN), consideró que mientras existan las causas que originaron el conflicto no estará resuelto. Desafortunadamente, dijo, ha crecido hacia otras ciudades por falta de oportunidades.

Ante esa situación, dijo, debemos buscar acciones en donde se escuchen a las comunidades indígenas y, sobre todo, redimensionar la figura jurídica y los objetivos de la Cocopa.

Al respecto, la legisladora consideró que la Cocopa puede ser el intermediario para establecer un diálogo con las comunidades y que los congresistas sean el enlace con el Poder Ejecutivo para establecer programas específicos de solución a las causas, pues pareciera que se quiere dejar todo al tiempo.

En tanto, el diputado Elmar Díaz Solórzano (PRI), aseguró que las causas que originaron el conflicto en la entidad están vigentes. Explicó que el pasado mes de noviembre hubo un enfrentamiento en la entidad por un problema agrario y la violación de derechos humanos de mujeres.

La situación, advirtió, debe atenderse con celeridad, no podemos esperar más tiempo porque la olla de presión está ahí y en cualquier momento puede explotar y generar un conflicto como el de 1994.

Al hacer una reseña del conflicto en Chiapas, el obispo Samuel Ruiz, ex integrante de la Comisión Nacional de Intermediación (CONAI), aseguró que el levantamiento armado de 1994 y su diálogo, ha dejado enseñanzas aplicables a otras áreas.

Explicó que las causas del movimiento fueron el empobrecimiento de las comunidades indígenas en el sureste del país, falta de acceso a las tierras, la caída del precio del café y la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio, represión, violación y torturas por parte de la autoridad en turno.

Precisó que el surgimiento del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional no fue el de un nuevo estado, sino como vehículo del proceso transformador con estrategias novedosas de confrontación.

Dijo que las 10 lecciones para un proceso de diálogo en cualquier conflicto, es que, primero, se deben asumir las causas que lo originaron; dos, el carácter transformador del conflicto; el proceso de solución en donde intervengan todas las partes y, por último, la visión estrategia post-conflicto.

Por último, el representante del gobierno de Chiapas ante la Cocopa, Jaime Martínez Veloz, advirtió que la convocatoria de los legisladores no será fácil, porque de persistir un roce de tipo militar, armas y tensión, en cualquier momento se puede desatar un nuevo conflicto.

No obstante, hizo votos porque cualquier iniciativa contribuya a la pacificación, la cual es bienvenida por el gobierno de la entidad.

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