Ante los presidentes de las comisiones de Puntos Constitucionales y Especial para la Reforma del Estado, Raymundo Cárdenas Hernández y Silvia Oliva Fragoso respectivamente, el investigador emérito de la UNAM, Jorge Carpizo McGregor, destacó que ha llegado el momento de la reelección de diputados y senadores, pero de ninguna manera es el camino para la Presidencia de la República.

“La no reelección del Ejecutivo, como está plasmado hoy en día en nuestra Constitución, es una de las bases del sistema político que se debe conservar porque nos ha dado estabilidad”.

En la exposición de su conferencia magistral Propuestas de Modificaciones en el Marco de la Denominada Reforma del Estado, Carpizo McGregor se refirió a las tareas del Poder Legislativo dentro de este tema.

Destacó que otro aspecto que debe ser abordado tiene que ver con la creación de leyes orgánicas constitucionales para evitar modificaciones constantes a la Carta Magna.

Por parte del Senado de la República, dijo, éste debe ratificar los nombramientos del gabinete presidencial. “En el presidencialismo clásico, que se da en Estados Unidos, ha tenido ventajas y no enfrenta al Ejecutivo con el Legislativo”.

Del mismo modo, el también ex procurador general de la República planteó que se deben encontrar fórmulas contra la parálisis legislativa.

Habló sobre el sistema parlamentario, del que dijo, lo han aplicado muchos países de América Latina y no ha dado resultado. “Estos híbridos no han dado resultado porque se piensa que es más democrático que el presidencial y funciona mejor. Pero no es verdad, es un mito y lo grave sería que en México nos vayamos con esa ilusión”.

Otra tarea del Poder Legislativo agregó, es revisar la causal que amplía la responsabilidad del titular del Ejecutivo respecto a la violación a la Constitución, “si no hay algo al respecto sería irresponsable y, de acuerdo con la experiencia, la no existencia lleva al fracaso a los sistemas políticos; por eso debe agregarse esta expresión”.

Entre sus propuestas para la reforma del Estado se refirió a los partidos políticos. Dijo que se deben modificar las reglas para aumentar el mínimo de votación a fin de evitar mantener a los partidos que no representan y que se vuelven únicamente negocios.

Respecto a la procuración de justicia, Jorge Carpizo señaló que los ministerios públicos deben convertirse en órganos constitucionales autónomos, pues una de las grandes injusticias es que éstos dependan de un Poder Político. “Lo que se decide es lo más importante del ser humano, su libertad y es parte de los derechos humanos”.

Hizo mención a las iglesias, en particular, se manifestó en contra de otorgar concesiones de radio, televisión o cualquier otro medio electrónico. La experiencia en los países de Europa es que se dedican todo el tiempo a hacer política. “En México, como está el país, este aspecto sería gravísimo desde el punto de vista político”.

Del mismo modo abordó los temas de iniciativa popular y referendo, de los que estableció, se deben analizar “con cuidado” porque muchos demagogos han usado estos mecanismos en contra de la democracia. Pero bien regulados dan efectos positivos”.

Otras propuestas fueron en torno al jefe de gabinete. Indicó que en los ejemplos de Argentina, Perú y Venezuela, sus funciones han sido únicamente de coordinar al gabinete presidencial y su relación con los congresos o parlamentos.

“Una serie de personas han dicho que esta figura es una maravilla, pero se van a desilusionar porque lo único que sé es que en estos tres países no ha dado el más mínimo resultado. Si ya tenemos en México a un secretario de Gobernación, pues que cumpla esas funciones”.

Sobre el tema de la segunda vuelta electoral, indicó que tiene ventajas porque se refuerza la legitimidad democrática del presidente electo; comienza su periodo con mayor representatividad, lo que redunda en fuerza política y, por último, el electorado tiene una nueva oportunidad de ponderar su voto.

Sin embargo, concluyó, las desventajas giran en torno a que el presidente electo puede considerar una fuerza política de la cual carece, es decir, dicha fuerza sólo puede ser ficción; auspicia la creación de partidos oportunistas y chantajistas; fomenta y auspicia el presidencialismo plebiscitario. Debe contemplar de igual forma la reelección de diputados y senadores

Finalmente el investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la máxima casa de estudios del país habló sobre lo inconveniente de crear una nueva Constitución Política.

Afirmó que en el mundo sólo se dan nuevas constituciones cuando hay una ruptura, “pactada o no pactada”.

“He dado 12 razones por las cuales considero que a México no le conviene discutir una nueva Constitución porque se pueden dar pasos hacia atrás, sobre todo en materia de justicia social con el pretexto de que no hay dinero, llevamos el peligro de que con ese argumento muchas de las garantías sociales que ahorita están contempladas no sean incluidas en una nueva”.

No obstante, dijo que la Constitución no debe quedar intocada, tiene que reflejar los cambios de la realidad político social y dar pautas para que la norma obligue a ciertos cauces para la protección de los derechos humanos y el fortalecimiento de la democracia.

“Desde luego que la Constitución actual necesita una serie de reformas importantes, por eso se habla de la reforma del Estado o de una reforma integral”.

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