Al fijar su postura sobre la visita de Estado que realiza el Presidente de los Estados Unidos de América, George Bush, los grupos parlamentarios en la Cámara de Diputados demandaron responsabilidades compartidas en la agenda común.

Sin embargo, los partidos de oposición aseguraron que el mandatario estadounidense llega tarde, sin capacidad de maniobra y en una posición de debilidad y criticaron el excesivo operativo que se empleó en Mérida, Yucatán, para la seguridad del presidente Bush y la posible violación a la soberanía, al permitir el vuelo de naves estadounidenses en el espacio aéreo mexicano.

PAN

Al hacer uso de la tribuna, María Eugenia Campos Galván (PAN), afirmó que la visita del presidente norteamericano no es tardía, pues aún restan dos años de su gestión, lo que representa la tercera parte del gobierno de Calderón y vislumbró la posibilidad de que “el legado histórico de Bush pueda ser la reforma migratoria”.

Dijo que éste es un acercamiento necesario y benéfico para ambas naciones, en el que se podrían plantear directamente las prioridades y objetivos del gobierno mexicano en temas de interés común para marcar el inicio de una nueva relación distinguida por el respeto e igualdad en el trato y el compromiso por el bienestar, el desarrollo y la seguridad.

“Por ningún motivo las prioridades del país deben verse subordinadas a los intereses de Estados Unidos o ningún otro país. Nuestro liderazgo debe ejercerse responsable y firmemente, con visión estratégica que consolide a la región y capitalice su potencial para ocupar el lugar que le corresponde en el sistema internacional”, afirmó.

PRD

A su vez, el diputado Jesús Humberto Zazueta Aguilar (PRD) aseguró que los compromisos que pudiera asumir el mandatario estadounidense no tendrán el peso necesario para ponerlos en marcha, teniendo al Congreso y la opinión pública de su país en contra.

“No se esperan grandes avances en la relación bilateral con esta visita, pues en el tema migratorio es difícil que haga algo después de que durante seis años tuvo la posibilidad de incluirlos en una reforma migratoria y no lo hizo”.

Manifestó que es preocupante que Bush hablara a favor de la apertura del sector petrolero y eléctrico al capital privado en México, pues las transnacionales de Estados Unidos no han quitado la vista de una privatización de nuestros energéticos. Por ello, dijo que Calderón debe respetar la Constitución y evitar compromisos que involucren a la potestad de dichos recursos.

Asimismo, propuso que la Cámara de Diputados eleve una protesta por la manera en que han sido secuestrados los derechos de la sociedad yucateca a partir de la llegada de Bush. “No podemos aceptar el despliegue militar en Mérida a raíz de esa llegada, ni que por su visita se permita la actuación en nuestro territorio del ejército, el FBI y la Armada norteamericanos”.

PRI

Más adelante, Antonio de Jesús Díaz Athié (PRI) se pronunció por una política internacional que dignifique a México, que defienda losintereses de los mexicanos y construya acuerdos políticos y económicos transparentes, que aporten beneficios tangibles.

Hizo un llamado al Ejecutivo para que se conduzca de manera firme y con pleno respeto a la soberanía. “Sólo entendemos la presencia de Bush como una acción reivindicatoria de los derechos de nuestro pueblo y como muestra de respeto y voluntad”.

PVEM

En su oportunidad, la diputada del PVEM Erika Larregui Nagel, indicó que Estados Unidos debe entender que somos naciones diferentes pero complementarias.

Llamó a defender los principios de política exterior, a fin de mantener la consistencia histórica que ha caracterizado a México. “Deben ponerlos por delante sin importar con quién se está negociando”.

Con esta visita, agregó, el gobierno puede reinstalar la visión de que la relación con Estados Unidos se funda en el respeto y el cuidado de nuestros intereses nacionales; es un equilibrio difícil de lograr pero a la larga será muy eficaz.

Convergencia

En ese sentido, el legislador Cuauhtémoc Velasco Oliva expresó el total rechazo, por parte de su fracción parlamentaria, a la visita del mandatario estadounidense, “porque dichas acciones no ayudan a definir una política exterior de Estado a favor de los intereses nacionales”.

Dijo que la excesiva vigilancia en Mérida sólo complica el libre tránsito y significa la disminución del goce de las garantías individualesplasmadas en la Carta Magna, “se ha convertido en letra muerta durante esta visita”.

PT

En tanto, el legislador Rodolfo Solís Parga (PT) mencionó que el mandatario estadounidense llega en un nuevo escenario político y en una recomposición del mosaico de América Latina, en donde la izquierda ha venido avanzando.

Agregó que trae como reclamo el suministro de energéticos a su nación, y con un repudio de su país a su política guerrerista. Precisó: “Llega tarde y sin propuestas, lo único que viene a decirnos es que quiere extender el patio trasero de Estados Unidos, hasta la Patagonia”.

Nueva Alianza

Al fijar la postura de su partido, la diputada Irma Piñeyro Arias confió en que este encuentro bilateral realmente se logren convenios que garanticen el respeto a los derechos humanos de los millones de latinoamericanos migrantes.

“Queremos reuniones bilaterales con verdaderas responsabilidades compartidas, es urgente que en las mesas de negociación se replantee el tema de la migración, porque es un asunto de Estado para los mexicanos”, refirió.

PASC

La diputada Aída Marina Arvizu Rivas (PASC) dijo que el presidente norteamericano llega a nuestro país sin ideas claras, sin agenda y en una posición de debilidad en su propio país luego de su derrota electoral y, por ende, sin capacidad de margen de maniobra para llevar a cabo compromisos bilaterales con México.

Señaló que ante los enormes problemas que se presentan en la relación México-Estados Unidos, su visita responde a una lógica de pretender reimplantar una hegemonía hemisférica debilitada por su propia actuación.

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