Durante el 2006, la Comisión Federal de Protección contra Delitos Sanitarios de la Secretaría de Salud, reportó que de un total de tres mil 850 plantas purificadoras de agua potable en el país,el 40 por ciento presenta alguna anomalía en sus procesos, sin contar las purificadoras clandestinas.

Además, la Asociación Nacional de Productores y Distribuidores de Agua Purificada estima que pueden ser de 5 a 8 mil establecimientos clandestinos los que carecen de permisos de la SSA y que no cumplen las normas mínimas de higiene.

Por ello, el diputado Víctor Manuel Torres Herrera (PAN) presentará proposición con punto de acuerdo para que el titular de la Secretaría de Salud rinda un informe detallado de los programas y acciones que esa dependencia ha implantado para verificar la calidad del agua embotellada que comercializan empresas nacionales y extranjeras.

También solicitará al titular de la Procuraduría Federal del Consumidor a que informe sobre los precios y calidad del agua embotellada.

Esto, porque en los últimos años han aumentado las seudo purificadoras y clonadoras de agua que venden este producto al público sin cumplir con ninguna norma de calidad, poniendo en peligro la salud del consumidor.

Torres Herrera indicó que, según investigaciones, es común que algunas empresas llenen los envases directamente con agua del grifo únicamente con el tratamiento de cloración, lo cual resulta insuficiente para consumo humano, e incluso utilizan tapas con el sello o etiqueta de una marca registrada, que son adquiridas en el mercado negro.

Destacó que esta situación puede ser una bomba de tiempo, ya que podría darse un brote de cólera o de hepatitis.

Advirtió que en México el consumidor paga en promedio un peso con 20 centavos por metro cúbico de agua potable, pero gasta mil pesos por metro cúbico de agua embotellada.

Sostuvo que estos envases tardan cientos de años en biodegradarse, y se recicla sólo 65 por ciento, mientras que el resto, 50 millones de unidades, termina en basureros, calles y alcantarillas.

El legislador del PAN manifestó que en el país cuesta más un litro de agua embotellada que un litro de leche o gasolina, cuando se conoce que el costo de producción de éstos son mucho más altos.

Expresó que el tema del agua para consumo humano en México y la situación que guarda la industria dedicada a la purificación y embotellamiento son asuntos que deben ser investigados a profundidad, dadas sus repercusiones económicas y sociales.

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