Es imprescindible un nuevo modelo en materia de seguridad pública, porque el actual ya es obsoleto ante la organización de la delincuencia, que cada día es más sofisticada y cuenta con mayores recursos, señaló el diputado Rodrigo Medina de la Cruz (PRI) durante el foro Legislando la Agenda Social; políticas públicas eficaces en el combate a la delincuencia.

Medina de la Cruz, presidente de la Comisión de Seguridad Pública, consideró que en la actualidad el crimen organizado es ya un problema de seguridad nacional y refirió que en los últimos años la violencia se ha incrementado de manera exponencial, “por lo que urge atacarlo frontalmente”.

Argumentó que no son necesarios estudios profundos para concluir que el entorno social en relación a esta problemática es clave para su solución; “existen situaciones inconvenientes en dicha materia, porque hay una descomposición comunitaria muy alarmante”.

El legislador afirmó que es un problema de ejecución de leyes “y como tal debemos de tratarlo”. Precisó que el marco jurídico actual en materia de seguridad pública y combate a la delincuencia organizada está bien estructurado, pero no se aplica a cabalidad.

Si bien se puede perfeccionar, dijo, le da muchas herramientas al Poder Ejecutivo en materia de investigación e inteligencia; además, cuenta con la capacidad policiaca más grande; en caso de que hubiera una buena ejecución de éste se podría garantizar la seguridad.

El presidente de la Comisión de Seguridad Pública expresó que en el Congreso de la Unión se ha tocado este tema haciendo a un lado las coyunturas políticas y los intereses partidistas, “para analizarlo desde una perspectiva objetiva”.

Medina de la Cruz estableció que los integrantes de la comisión trabajan sin interés particular, con objetividad y de forma responsable para avanzar de manera concreta.

“El tema de la seguridad pública requiere que lo veamos de manera integral para poder solucionarlo”, comentó.

En México, continuó, no tenemos un problema de leyes, no se trata de si se requiere fortalecer una ley, que es importante y lo seguimos haciendo, pero lo fundamental es la ejecución de éstas.

Es decir, la mayor dificultad está en el factor humano al aplicar el reglamento, en las corporaciones, la policía, las áreas de investigación, de persecución de delitos y en última instancia en los juzgadores.

“Es un problema grave que ya no aguanta más; no aceptaremos más discursos de que vamos bien, que vamos ganando la batalla, de que todo está por buen camino, no es así, porque tenemos un modelo caduco”, sentenció.

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