México destina 30 mil millones de pesos anuales, equivalentes al 0.3 por ciento del Producto Interno Bruto, para la atención y tratamiento de pacientes con enfermedades relacionadas al tabaquismo.

Según la Encuesta Nacional de Adiciones, 14 millones de personas de entre 12 y 65 años de edad que viven en el área urbana, son fumadoras activas. Mientras que los fumadores pasivos representan el 36.1 por ciento de la población general.

Al celebrarse el Día Mundial Sin Tabaco, el presidente de la Comisión de Salud, diputado Ector Jaime Ramírez Barba (PAN) señaló que el tabaco y las enfermedades que causa son un problema grave de salud pública.

Precisó que la LX Legislatura trabaja en normas más estrictas que buscan que la sociedad se concientice de que el tabaco es una droga letal. “Debemos evitar su consumo, procurar que la gente que fuma, deje de hacerlo y que aquél que pretenda iniciar lo evite”.

Mencionó que con la iniciativa que se presentó en la Sesión de esta semana de la Comisión Permanente, referente al tabaco, se busca que las compañías productoras, importadoras o comercializadoras de productos de tabaco entreguen a la Secretaría de Salud información relativa de las sustancias posiblemente tóxicas en los cigarros.

Dijo que con la propuesta se pretende eliminar toda la publicidad de este producto, principalmente aquélla a la que tienen acceso los menores de edad. Agregó: “Donde hemos notado un incremento es en el consumo de los menores, ya que es una droga de inicio”.

Ramírez Barba subrayó que se están incrementando los impuestos al tabaco, como un mecanismo desestimulante. “Esperamos la activación de la sociedad, no podemos ser permisivos, cuando alguien nos diga, no le importa que fume y contestar sí me importa, porque daña mi salud”.

Indicó que la sociedad, legisladores y consejos, deben de trabajar en conjunto para hacer válidos los convenios internacionales, como el denominado Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT). Agregó que se han logrado avances al respecto, pero aún queda mucho por hacer, no en laprevención y curación, sino en la promoción.

La iniciativa plantea que en las etiquetas de las cajetillas se incluyan leyendas de advertencia, las cuales deberían ser grandes, claras, visibles y legibles, y ocupar al menos el 50 por ciento de la cara anterior o posterior, ya sea con imágenes o pictogramas.

Precisa que los empaques y etiquetas no promocionarán mensajes falsos, equívocos o engañosos, que podrían inducir a errores con respecto a sus características, efectos para la salud, riesgos o emisiones.

Prohíbe su consumo en las instituciones del Sistema Nacional de Salud, sean de tipo público, privado o social; en inmuebles de la Administración Pública Federal; guarderías, asilos o casa de reposo; instituciones educativas; elevadores; medios de transporte y lugares cerrados, entre otros.

En cuanto a la publicidad, detalla que el mensaje no deberá utilizar en su producción dibujos animados, personajes virtuales o caricaturas que resulten atractivas al menor de edad. El mensaje de advertencia será, al menos, del 20 por ciento de la superficie total de la publicidad.

Impide toda publicidad de tabaco en radio y televisión, en salas públicas de cines, revistas y periódicos, vallas, espectaculares, murales, servicios de estacionamiento de automóviles, estaciones de transporte, instituciones educativas, e incluso propone que la radio y televisión destinen tiempo para transmisiones sobre los programas contra el tabaquismo.

Con esta propuesta, la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados tiene para su análisis, discusión y aprobación seis iniciativas referentes al tabaco, presentadas en lo que va de la LX Legislatura, mientras que de la LIX existen tres propuestas a dictaminar.

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