En el último sexenio, 85 por ciento de los ingresos de la exhibición cinematográfica en el país fue recaudado por distribuidoras filiales de Estados Unidos. Asimismo, en las temporadas de mayor asistencia el cine estadounidense ocupó el 90 por ciento de las pantallas nacionales, por lo que las producciones mexicanas quedaron prácticamente relegadas.

Lo anterior se desprende del oficio enviado por la Secretaría de Gobernación, en respuesta al punto de acuerdo que exhorta a las autoridades competentes a llevar a cabo programas de apoyo a la industria cinematográfica nacional.

El documento de Gobernación propone al Poder Legislativo buscar la integración formal de las televisoras públicas y privadas a la producción de cine mexicano, a través de reformas de la Ley Federal de Radio y Televisión.

Revisar la Ley Federal de Cinematografía, en el marco de los tratados internacionales comerciales (específicamente el TLCAN), para ampliar el desarrollo de la industria cinematográfica nacional.

Así como incorporar el Fondo para la Producción Cinematográfica de Calidad (Foprocine) a la Ley Federal de Cinematografía, como lo está el Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (Fidecine), para garantizar su permanencia y el suministro de recursos.

Se propone ampliar la oferta educativa de profesionales en otras regiones del país, a fin de impulsar la formación de nuevas generaciones de directores, cinefotógrafos, productores, posproductores, sonidistas, guionistas y editores.

El gobierno Federal anunció que promoverá el reconocimiento oficial de los estudios del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) y del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC), con grado de licenciatura.

Así como fortalecer los cursos de extensión en diversas regiones del país, en estrecha vinculación con los centros de educación superior y los centros de las artes en los estados; además de adecuar las instalaciones y modernización del equipo fílmico del CCC.

Otra estrategia para hacer llegar las películas mexicanas a las salas cinematográficas es extender la promoción mediante recursos públicos, tanto en territorio nacional como en el extranjero. Así como impulsar la creación de redes de exhibición cultural para diversificar la oferta.

Se buscará, además, fortalecer festivales en el territorio nacional como espacios de promoción y difusión del cine mexicano, de actualización profesional y reflexión entre creadores. También promover la creación de un patronato de la Cineteca Nacional que permita contar con recursos adicionales ante las limitaciones del presupuesto fiscal.

El documento, publicado en la Gaceta Parlamentaria, señala que 83 por ciento del mercado cinematográfico se concentra en cinco empresas, todas distribuidoras filiales estadounidenses que operan en México: UIP, Buenavista, Warner, Fox y Columbia/Sony.

En ese sentido, el oficio destaca que sólo el dos por ciento del mercado lo tienen las pequeñas empresas distribuidoras nacionales, que, en el mayor de los casos, son creadas para lanzar una película.

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