En el marco del Día Internacional contra el Trabajo Infantil, la presidenta de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables, María Esperanza Morelos Borja (PAN), afirmó que los vacíos legales permiten que millones de niños (cinco millones en México según la Organización Internacional del Trabajo) laboren de forma ilegal y en condiciones deplorables.

Afirmó que los legisladores están conscientes de la problemática, por lo que, dijo, es urgente adecuar las leyes para que todos los menores de edad tengan la oportunidad de desarrollar su potencial y les permita forjarse un mejor futuro.

Reconoció que millones de infantes no pueden estudiar por la situación de pobreza, explotación o abuso en la que viven. “Millones de niños en México y en el mundo trabajan porque necesitan recursos para sobrevivir”.

Informó que en las zonas agrícolas, la explotación infantil comienza a partir de los cinco o seis años de edad ya que es común que las familias, al carecer de dinero, manden a sus hijosa laborar en el campo en lugar de acudir a la escuela, exponiéndolos a riesgos mayores de adquirir enfermedades crónicas o sufrir accidentes fatales.

Destacó que la información de los especialistas permitirá a los legisladores visualizar en qué aspectos se debe modificar la ley.

A su vez, Patricia Espinosa, subsecretaria de Desarrollo Humano para el Trabajo de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, señaló que de acuerdo con la legislación, ningún menor de edad debería trabajar en nuestro país; sin embargo, reconoció, la realidad es muy diferente.

Por eso, dijo, “no hay nada qué celebrar en este Día Internacional contra el Trabajo Infantil”, más bien, añadió, “hay mucho qué lamentar”.

No obstante, refirió que el gobierno federal ha hecho esfuerzos para disminuir la explotación laboral infantil y la misma Organización de Naciones Unidas lo reconoce.

Indicó que de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en todo el mundo hay más de 280 millones de niños laborando, de los cuales, el 70 por ciento se concentra en la agricultura, el resto en áreas informales, domésticas e incluso minas.

En nuestro país, dijo, el INEGI menciona que hay 3.3 millones de menores de edad en situación laboral; sin embargo, la cifra contiene aquéllos que alguna vez solicitaron empleo aun sin haberlo conseguido.

Oficialmente, agregó, se tiene registrado a un millón y medio de niños trabajadores en México, aunque la OIT menciona que son cinco millones.

Consideró que tanto el Ejecutivo Federal, como el Poder Legislativo, los gobiernos de los estados y los empresarios deben generar las condiciones suficientes para evitar la explotación laboral de la niñez y encaminarla a su desarrollo educativo.

Por otra parte, indicó que la Secretaría del Trabajo necesita reconocer que existe la explotación infantil, por lo que tiene la obligación de sancionar a los empleadores de menores de 14 años.

Explicó que de acuerdo con el Artículo 123 de la Constitución, apartado A, está prohibida la utilización del trabajo de los menores de 14 años, en tanto que los mayores de esa edad y menores de 16, tendrán como jornada máxima seis horas.

Sin embargo, aceptó que se viola la ley y la misma Secretaría del Trabajo no hace su tarea, por lo que es necesario sancionar el delito.

Informó que por instrucciones el Presidente Felipe Calderón se deben organizar acciones transversales e integrales para combatir el flagelo y, en este sentido, anunció que se llevará a cabo una encuesta nacional sobre el trabajo infantil y otros programas de atención a jornaleros.

Por su parte, Maricela Medina Tapia, de la Coordinación sobre asuntos de la Mujer, la Niñez y la Familia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), afirmó que a pesar de que no existen datos precisos sobre la dimensión real del problema, estudios de la Central Latinoamericana de Trabajadores (CLAT) indican que en México laboran más de 10 millones de menores de 14 años.

A su vez, agregó, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), menciona que son más de cinco millones de infantes los que se ven en la necesidad de trabajar en las áreas agrícolas, mineras, domésticas y comercio informal.

En tanto, dijo, la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) hace alusión a que son cuatro de los más de 21 millones de niños en edad escolar, los que alquilan su fuerza laboral con bajos salarios y sin ninguna prestación social.

“Tan sólo en el campo trabaja un millón de menores de edad y a pesar de la disparidad de las cifras, lo cierto es que las políticas económicas, sociales y laborales aplicadas por los distintos gobiernos no han dado solución al acelerado proceso de empobrecimiento de la mayor parte de la población”, concluyó Medina Tapia.

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