Diputados de las comisiones de Régimen, Reglamentos y Prácticas Parlamentarias y de Puntos Constitucionales, así como del Centro de Estudios de Derecho e Investigaciones Parlamentarias, se pronunciaron por una nueva Ley del Congreso a fin de fortalecer los órganos legislativos y establecer nuevas obligaciones a los diputados.

Durante el curso-taller “El funcionamiento del Congreso, comisiones y técnica legislativa”, los diputados participantes coincidieron también en que es necesario ampliar los periodos ordinarios de sesiones, establecer fecha perentoria para dictaminar y fijar caducidad de los puntos de acuerdo, además de fortalecer el servicio civil de carrera.

El diputado Carlos Chaurand Arzate (PRI) presidente de la Comisión de Régimen, Reglamentos y Prácticas Parlamentarias, destacó que es necesaria una nueva Ley del Congreso, “no una Ley Orgánica”, que se refiera no sólo a la organización y funcionamiento de los órganos de gobierno y auxiliares, sino que aborde el procedimiento legislativo.

Es decir, explicó, tendrá que sentar las bases para que las comisiones puedan efectuar su trabajo correctamente y cada una de las Cámaras, en ejercicio de sus atribuciones, emita su propio reglamento interno.

Comentó que en el marco de la discusión de la Reforma del Estado, es la oportunidad para buscar los mecanismos que fortalezcan el trabajo legislativo de manera integral.

“No es con parches a la Constitución, a la Ley Orgánica o al Reglamento como se le dará ese fortalecimiento que requiere el Poder Legislativo y que desde luego debe partir de una profunda reforma constitucional”.

Destacó que un reclamo unánime de la población es la responsabilidad de los legisladores, por lo que se debe establecer en la Constitución un régimen de incompatibilidades, no únicamente en su desempeño en otro poder de la Federación o de los estados, sino de algunas otras actividades cuando exista conflicto de intereses.

Agregó que algunas propuestas giran en torno a que se deben de fortalecer los instrumentos de fiscalización, institucionalizar los grupos parlamentarios en la Cámara de Senadores; hacer un análisis sobre la democracia indirecta y contemplar la iniciativa popular.

Asimismo, clarificar las facultades de la Cámara revisora y de origen, precisarse el diálogo legislativo.

A su vez, el diputado del PRD, Juan Guerra Ochoa, de la Comisión de Puntos Constitucionales, resaltó que no puede haber una transformación del Estado sin que ello implique una reforma al Congreso, que fortalezca en particular a las comisiones.

“Si hablamos de un nuevo equilibrio de poderes se refiere no únicamente a que las facultades que hoy tiene el Ejecutivo se compartan o transfieran, tiene qué ver con el fortalecimiento del Congreso”.

En este sentido, manifestó que se deben ampliar los periodos de sesiones y ajustar las reuniones de comisiones para eficientar el trabajo legislativo, ya que la actual dinámica provoca ausentismo y lentitud en la dictaminación y prueba de ello son las más de dos mil iniciativas heredadas por la anterior Legislatura y 700 de ésta, así como 180 puntos de acuerdo que permanecen en las comisiones.

No existe tampoco, dijo, un servicio de carrera en las diversas comisiones, que posibilite el aspecto técnico de las iniciativas y proposiciones.

Señaló que de no hacer las modificaciones se continuará con el rezago, ausentismo y la presentación, por cientos, de iniciativas y puntos de acuerdo que en nada benefician al país. “Es necesario fortalecer las comisiones y hacerlas más funcionales; requerimos también equipos profesionales en éstos órganos legislativos”.

En tanto, el diputado Alfredo Ríos Camarena, presidente del Centro de Estudios de Derecho e Investigaciones Parlamentarias, aseguró que una transformación de las instituciones debe ir acompañada con un cambio profundo del Congreso de la Unión.

Aseveró que es necesario dar mayor fuerza a la estructura parlamentaria, ya que juega un rol fundamental en la nueva democracia del país.

“El Ejecutivo representa la mayoría, pero el Congreso representa a todos, y para que un país pueda avanzar necesita darle todas las facultades que requiere un Congreso para caminar en democracia”, concluyó.

Finalmente, el ex senador del PAN, César Jáuregui, hizo énfasis en que las comisiones deben de fortalecerse y tener mayores atribuciones no sólo para investigar, sino para sancionar a funcionarios que no cumplan con sus responsabilidades.

Citó que las comparecencias se han convertido en “una pasarela de exhuberancia pública”, de pocos resultados, porque las comisiones no tienen peso específico y los funcionarios las desdeñan.

Concluyó que el control parlamentario hoy en día tiene qué ver con la centralidad de las políticas públicas, pero para lograrlo se requiere de la profesionalización del trabajo legislativo y para ello es necesario rescatar el servicio civil de carrera.

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