Ante diputados de la Comisión de Desarrollo Metropolitano, el director general de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), Ernesto Velasco León, rechazó que en la construcción de la terminal dos (T-2) del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) existan irregularidades en el manejo de los recursos públicos.

Incluso, afirmó a los legisladores que lo cuestionaron, que la Auditoría Superior de la Federación a aplicado de 2001 a la fecha, 282 intervenciones y que las observaciones formuladas han sido plenamente solventadas, por lo que el aeropuerto opera con números negros.

Este miércoles, la Comisión de Desarrollo Metropolitano acudió al AICM para realizar un recorrido por la nueva terminal, que de acuerdo con el funcionario, estará en operación a finales de octubre y su costo total será de 8 mil 596 millones de pesos.

De igual forma, la reunión sirvió para conocer el sistema metropolitano de aeropuertos.

El presidente del órgano legislativo, Obdulio Ávila Mayo (PAN), señaló que para los diputados, es importante conocer en qué consiste dicho sistema que incluye los espacios aéreos de Querétaro, Toluca, Puebla y Cuernavaca y, en particular, si esto es supletorio de un nuevo aeropuerto en el Valle de México.

Cuestionó también qué tan necesaria es una nueva pista en el AICM y si la T-2 es una parte importante del mencionado sistema metropolitano, además de que hizo entrega de un cuestionamiento por escrito, el cual pidió, sea respondido en la misma forma por ASA.

En tanto, los diputados Octavio Martínez Vargas (PRD), Mauricio Ortiz Proal (PRI) y Silvio Gómez Leyva (Convergencia), interrogaron al funcionario respecto de las auditorías prácticas a ese organismo.

Martínez Vargas señaló que una preocupación al interior de la Comisión de Desarrollo Metropolitano gira en torno a los resultados de la Auditoría Superior de la Federación sobre los trabajos de la T-2, en particular, porque declaraciones del anterior administrador de ASA aseguraban que el AICM tenía utilidades importantes que hoy no registra.

Del mismo modo, indicó que en 2006 se aprobó un presupuesto de alrededor de 3 mil 500 millones de pesos para la construcción de la terminal número dos, sin embargo, el costo de ésta será superior a los 8 mil 500 millones de pesos, suma que habría permitido construir otros 12 aeropuertos como el de Tuxtla Gutiérrez, en Chiapas.

A su vez, los diputados Hilda González Calderón y Mauricio Ortiz Proal, ambos del PRI, manifestaron su preocupación por las pistas del aeropuerto y la saturación del tráfico aéreo, sobre todo, porque en 1952 eran dos las pistas y a más de 55 años siguen siendo las mismas.

Ortiz Proal mencionó que las operaciones aéreas registradas en 1967 ascendieron a 78 mil 809 y se movieron dos millones 575 mil 750 pasajeros, mientras que en 2006 hubo 357 mil 124 operaciones y se tuvo un flujo mayor a los 20 millones de pasajeros, por lo que consideró que es grave que ante este crecimiento, el AICM siga únicamente con dos pistas.

Hizo mención al riesgo que implica la saturación del campo aéreo, lo que genera una grave afectación a la segura y eficiente operación a la que están obligadas las autoridades para evitar un error que pueda costar centenares de vidas y un siniestro de insospechadas consecuencias.

Concluyó que lo más grave es que existe conocimiento explícito y documentado de las autoridades acerca de este problema.

Al dar respuesta a los cuestionamientos de los diputados, Ernesto Velasco León explicó que al no construirse el aeropuerto alterno en Texcoco, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes planteó, junto con ASA y la Dirección General de Aeronáutica, optar por el plan B, que consistía en ampliar el AICM a su máxima capacidad para controlar el tráfico aéreo y dar servicio a 32 millones de usuarios al año.

Esta decisión, añadió, se tomó de igual forma para dar tiempo al actual gobierno de proyectar y determinar la construcción de un aeropuerto alterno y argumentó que ya no se pueden construir nuevas pistas en el AICM.

Explicó que el sistema metropolitano se basa en el apoyo de los aeropuertos que ya existen, cercanos a la Ciudad de México, para desahogar el tráfico aéreo.

Asimismo, aclaró que ASA es un auxiliar del Gobierno Federal para la toma de decisiones desde el punto de vista técnico, en materia aeroportuaria, por lo que no tiene injerencia en cuanto a tráfico o espacio aéreo se refiere. “Aeropuertos y Servicios Auxiliares no es el AICM”.

Destacó que desde 1952, el AICM no había tenido ninguna remodelación a fondo como ahora, en la que se revisó y se remodela, en tiempo récord de dos años, el sistema de pistas, calles de rodaje, plataformas, sistemas de interconexión, drenajes y turbosinoductos.

Rechazó que exista corrupción en ASA, y señaló, con respecto a las revisiones practicadas por la ASF en 2005, que todas las observaciones han sido contestadas y ahora se está en el proceso de las hechas en 2006.

“Hemos tenido 258 auditorías de 2001 a la fecha y además de responderlas, a pesar de que se le quitaron 37 aeropuertos a ASA porque se privatizaron en el sexenio de Ernesto Zedillo, hemos seguido trabajando en la T-2, incluso hicimos dos aeropuertos, en Querétaro y en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. El organismo está en números negros”.

Sobre las dudas en torno a las ganancias del Aeropuerto de la Ciudad de México, cedió la palabra a su director, Héctor Velázquez, quien afirmó que en 2000, el ingreso fue mil 843 millones de pesos y registró pérdidas por 46 millones de pesos; sin embargo, el año pasado cerró con un ingreso de dos mil 746 millones y una utilidad de 64.2 millones de pesos.

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