El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) reportó que de 1999 a junio de 2006, 964 objetos religiosos han sido robados, de los cuales, sólo 190 se han recuperado. Además, de los 35 mil sitios prehispánicos que existen, diez mil 485 han sido objeto de algún saqueo.

Las fronteras norte y sur son las áreas con mayor saqueo arqueológico; mientras que en los estados del centro se concentra el robo de arte sacro, destacando Puebla, Tlaxcala, Estado de México, Distrito Federal, San Luis Potosí, Hidalgo, Guanajuato, Zacatecas, Morelos y Jalisco.

En tanto, la Procuraduría General de la República (PGR) informó que durante el sexenio del expresidente Vicente Fox se iniciaron 192 averiguaciones previas relacionadas con el robo sacro, de las cuales 17 continúan en trámite, habiéndose resuelto 175.

Por ello, diputados del PAN y PRD se pronunciaron porque la PGR y el INAH se coordinen para conformar una base de datos confiable de todos los bienes arqueológicos, artísticos, históricos y sacros, a efecto de tener control sobre ellos.

También pidieron acciones concretas y efectivas para esclarecer el robo y saqueo de piezas de arte sacro y así localizar los bienes despojados, ya que este delito afecta el patrimonio nacional.

El diputado José Alejandro Aguilar López (PAN), señaló que según datos de la Coordinación Técnica del Área de Conservación y Restauración del INAH, el robo de arte sacro ocupa el segundo lugar en las estadísticas del crimen internacional organizado, después del tráfico de estupefacientes.

Indicó que en México menos del 10 por ciento de los bienes arqueológicos, artísticos e históricos que se roban de iglesias, museos, galerías, bibliotecas y colecciones particulares se recuperan.

Mencionó que para disminuir este ilícito, se necesita una acción policial decisiva e ininterrumpidapor parte de las instituciones de seguridad, así como mayor coordinación entre las autoridades federales, estatales y municipales.

Aguilar López propuso que en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2008, se incluya un monto para la identificación y registro de los bienes históricos, a los cuales hace alusión el artículo 36 de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.

El diputado del PRD, José Alfonso Suárez del Real y Aguilera, sostuvo que es necesario que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público destine recursos financieros a efecto de que se establezca un catálogo de bienes nacionales y se conozca lo que existe en cada uno de los espacios del patrimonio cultural.

Dijo que a través de una iniciativa que presentó su Grupo Parlamentario se propone que quienes reciban bajo custodia el resguardo de estos bienes al momento de abandonar el cargo presenten un documento y una acta de entrega-recepción.

Suárez del Real y Aguilera mencionó que la PGR debe reforzar la estructura de investigación de bienes patrimoniales con valor cultural. “Uno de los grandes problemas que favorece el tráfico de arte es la generación de copias, pues las originales salen del país y se quedan las obras apócrifas”.

Al respecto, el Grupo Parlamentario del PRI, en la LIX Legislatura, presentó una iniciativa de reforma a la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, la cual busca proteger los inmuebles construidos desde el siglo XVI y considera como delincuentes habituales a los traficantes de monumentos arqueológicos, artísticos e históricos.

La reforma que estudian las Comisiones de Cultura y de Educación Pública y Servicios Educativos, señala que en el “mercado negro”, las piezas prehispánicas llegan a ser cotizadas en dólares en el extranjero, principalmente en Europa, siendo las más solicitadas las pertenecientes a las culturas Maya y Olmeca.

Mientras tanto, piezas de arte sacro que se pueden encontrar en cualquiera de las 19 mil iglesias del país, están valuadas por peritos y pueden alcanzar en el mercado negro un costo de 300 mil pesos por las características de diseño, pintura, material, estado, conservación y datación.

Refiere que existen por lo menos 200 mil sitios prehispánicos y más de cuatro millones de piezas religiosas, las cuales sirven para el negocio ilegal del robo y tráfico de arte sacro y precolombino.

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