·Estima el diputado que otros 20 mil integrantes de etnias están en cárceles de Estados Unidos

Cifras oficiales señalan que en las cárceles del país existen 10 mil indígenas presos, la mayoría de ellos involucrados en delitos del orden federal, principalmente por la siembra de estupefacientes, destacó el presidente de la Comisión de Asuntos Indígenas, Marcos Matías Alonso.

Dijo que de acuerdo con la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), en las cárceles de Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Puebla se concentra el mayor número de presos debido a delitos federales, además de algunos otros por robo y cuestiones políticas.

Con menor número, añadió, están las cárceles de Coahuila, Aguascalientes y Tamaulipas, sin embargo, refirió, el diagnóstico es sólo un aproximado a la realidad, ya que el número de indígenas presos podría duplicarse, incluso triplicarse, toda vez que en el criterio de identificación ha predominado el aspecto lingüístico.

Asimismo, señaló que tanto el gobierno federal como las visitadurías de la Comisión Nacional de Derechos Humanos soslayan las normas para proporcionar un traductor a los inculpados, por lo que muchos de ellos purgan sentencias indebidas.

“Destaca la falta de asesoría jurídica, de apoyo institucional porque muchos de esos presos no hablan el español, son monolingües y son víctimas de la injusticia”, subrayó.

Recordó que recientemente, en Guerrero, cinco indígenas fueron detenidos en un operativo militar y al no contar con un traductor, fueron acusados de guerrilleros cuando en realidad por lo único que peleaban era por fertilizantes y apoyos a sus comunidades.

“Cada vez aumenta un tipo de castigo que se podría considerarse como criminalización de la protesta social; podemos señalar que por este motivo vamos a encontrar un mayo número de presos”.

Matías Alonso agregó que de igual forma ha nacido un fenómeno nuevo, al que se da poca difusión pero que reviste gran importancia: “los presos en las fronteras”.

Mencionó que de acuerdo con fuentes de Relaciones Exteriores, en las cárceles de Estados Unidos se concentra un número aproximado de 200 mil migrantes mexicanos y una buena parte de éstos son indígenas que abandonaron sus lugares de origen para buscar una mejor vida para ellos y susfamilias.

“En las regiones fronterizas muchos indígenas tratan de cruzar las líneas y los que no lo hacen se quedan en ciudades como Tijuana y Ciudad Juárez, donde son engañados para enrolarlos en el tráfico de drogas”.

La fuente oficial, añadió, minimiza el fenómeno y lejos de buscar una solución muestra desinterés. “El gobierno mexicano no cuenta con un diagnóstico de los presos indígenas en Estados Unidos cuando ya es un problema fuerte y la Comisión de Asuntos Indígenas estima que al menos hay 20 mil presos en aquel país”.

Puntualizó que el panorama para las comunidades indígenas es muy desalentador y a la vez preocupante, ya que a pesar de que el gobierno federal lo rechace, existe la hambruna y los niños y las mujeres son la parte más vulnerable, lo que obliga a los padres a buscar nuevas alternativas, sin importar si en ello se violan las leyes. “Recordemos lo que pasó en Chiapas y cuáles fueron las causas del movimiento”.

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