Diputados de Acción Nacional propondrán mañana, ante la Comisión Permanente, mediante un punto de acuerdo, inscribir con letras de oro en los muros de la Cámara de Diputados el nombre del poeta y Premio Nobel de Literatura en 1990, Octavio Paz Lozano.

Los legisladores, Eduardo de la Torre Jaramillo y Liliana Carbajal Méndez, señalaron que el intelectual, poeta, escritor, ensayista y diplomático, contribuyó a la construcción del México moderno y a impulsar la democracia desde 1970.

“Octavio Paz se centró en la fortaleza de la sociedad para enfrentar al Estado autoritario en 1979 y propuso el pluralismo en 1990, como una forma de convivencia política, es decir, su pensamiento adelantado dibujó, desde hace más de tres décadas, al México del año 2000”, aseveró De la Torre Jaramillo.

Agregó que la inscripción de su nombre con letras de oro sería una reivindicación legislativa ante este personaje, y que en estos momentos políticos merece hacer una reflexión de sus obras y su impacto en el devenir histórico del país.

Los diputados de Acción Nacional mencionaron que desde su incursión en la Guerra Civil Española (1937), Octavio Paz viró su pensamiento comunista, ya que no concebía que los cambios sociales se produjeran por métodos violentos, lo que plasmó en su ensayo Los campos de concentración soviéticos, en el que hace una severa crítica a José Stalin.

Posteriormente, abundó el diputado De la Torre, sus posiciones ideológicas se fueron deslizando hacia el liberalismo económico y político, hasta llegar a plantear que la única salida que tenía México era la democracia. “Basta leer Posdata”, dijo.

“Asimismo, observó un presidencialismo con una fuerte tradición patrimonial y clientelar, de la misma forma, enfocó sus críticas hacia la modernización y al desarrollo como mitos e ilusiones al no tener ningún impacto en la sociedad”, concluyó.

A su vez, la diputada Carbajal Méndez destacó que como embajador de México en la India, Octavio Paz fue el único servidor público que dimitió ante la crisis de 1968 y realizó una revisión de los partidos políticos, además de que exaltó el pluralismo como una nueva forma de civilizar la política.

Ambos diputados hicieron mención de las obras más reconocidas del escritor, como El Laberinto de la Soledad, Postdata, El Ogro Filantrópico, Tiempo Nublado, Pequeñas Crónicas de Grandes Días e Itinerario.

“Después de repasar parte de sus obras y valorar sus aportaciones al país en cada una de las etapas históricas, consideramos que el nombre de Octavio Paz debe inscribirse con letras de oro en el recinto del Palacio Legislativo de San Lázaro”, concluyeron.

Octavio Paz Lozano nació en la Ciudad de México el 31 de marzo de 1914, en medio de la Revolución Mexicana. Criado en Mixcoac, por su madre, Josefina Lozano, una mujer religiosa, así como por una tía y su abuelo paterno, Ireneo Paz, un soldado retirado de las fuerzas de Porfirio Díaz, intelectual liberal y novelista.

Su padre, también llamado Octavio Paz, trabajó como escribano y abogado para Emiliano Zapata; estuvo involucrado en la reforma agraria que siguió a la Revolución, y colaboró activamente en el movimiento vasconcelista.

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