·En 1995 sólo había 153 mil

·Pide Comisión de Equidad a autoridades sensibilizar a población sobre equilibrio en la vida laboral

La Comisión de Equidad y Género avaló un dictamen por el que se exhorta a los Poderes de la Unión, gobernadores y al Jefe de Gobierno del Distrito Federal a emprender acciones para concientizar y sensibilizar a la población sobre el reparto equilibrado de responsabilidades entre mujeres y hombres en la vida laboral y familiar.

Destacó que en los últimos 13 años el número de mujeres empleadoras se duplicó, de 153 mil 700 empresarias en 1995 a más de 300 mil en la actualidad. El uno por ciento se dedica a la gran empresa y el 85 por ciento a la microempresa.

El documento aprobado en reunión del órgano legislativo que preside la diputada Maricela Contreras Julián (PRD) refiere que en el ámbito familiar las mujeres aportan 85 por ciento del tiempo total de trabajo doméstico y los hombres sólo 15 por ciento, según la Encuesta Nacional sobre el Uso del Tiempo realizado por el INEGI e INMUJERES.

En promedio, las mujeres destinan 14 horas a la semana exclusivamente al cuidado de los miembros del hogar mientras que los varones contribuyen con 7.6, agrega.

Se menciona en el documento que en busca de mejores condiciones de vida, las mujeres se han incorporado a la esfera laboral y han incrementado sus jornadas de trabajo, lo que trae como consecuencia la incompatibilidad entre este ámbito y su vida familiar.

Añade que la población femenina enfrenta problemas de discriminación y segregación laboral y salarial, pese a que representan el 39 por ciento de la población económicamente activa.

Las mujeres que ocupan los niveles superiores tienden a concentrarse en las organizaciones pequeñas con estructuras menos jerárquicas y con un nivel menor de segregación ocupacional, subrayan las consideraciones del órgano legislativo.

“El notorio incremento de cantidad de mujeres en el mundo laboral y profesional no se ha reflejado en la misma proporción en los cargos de autoridad de las principales organizaciones políticas y económicas del país”.

La incorporación laboral de la mujer ha motivado uno de los cambios más profundos de este siglo. Trabajar por la conciliación de la vida pública y privada significa construir nuevo modelos para la organización social.

“Contemplar un reparto equilibrado de responsabilidades en la vida profesional y familiar no es problema privado; se trata de un problema social que se tiene que atender con prontitud”, concreta.

---ooOOoo---