• Debe haber campañas de alerta en escuelas para evitarlo

Cerca del 50 por ciento de los niños de escuelas primarias presentan deformaciones de la estructura ósea por cargar mochilas pesadas de hasta 12 kilogramos o más, refirió la diputada Silvia Luna Rodríguez (NA) quien solicitará al pleno camaral se exhorte a las instituciones educativas a formular un llamado de alerta y a implantar campañas informativas sobre esta problemática.

Destacó que dichos mensajes estarían dirigidos a maestros, padres de familia y alumnos de escuelas primarias, a fin de evitar el sobrepeso de las mochilas escolares.

La legisladora dijo que de acuerdo con estadísticas médicas, diariamente son atendidos 15 niños en promedio por presentar alteraciones de postura, problemas en las rodillas, en las piernas o cifosis (pequeña joroba), mismos que reciben terapias y atención especializada.

La presidenta de la Comisión de Ciencia y Tecnología abundó que la clínica de Educación e Investigación en Salud de la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación Región Norte, del Instituto Mexicano del Seguro Social, registra anualmente más de 3 mil consultas y atenciones especializadas a los menores afectados.

Explicó que un peso excesivo en la espalda de los niños, particularmente por mochilas atestadas de libros y cuadernos, provoca, con el tiempo, daños en la zona lumbar, que en ocasiones son irreparables.
En opinión de especialistas, dijo Luna Rodríguez, los morrales, las bolsas o las maletas no deben sobrepasar 20 por ciento del peso corporal de los pequeños para no ocasionar lumbalgia.

La diputada federal informó que de acuerdo con cifras oficiales, en el país más de 20 millones de niños cursan primaria y secundaria y todos llevan consigo la mochila.

“Si bien ésta es una herramienta de gran utilidad para trasladar los libros de texto, los útiles escolares y demás materiales, cuando el peso de la carga es excesivo, se convierte en un peligro para la salud”, aseguró.

En el punto de acuerdo, que será presentado en la próxima sesión, destaca que un gran número de publicaciones analiza los efectos que tiene en los niños cargar mochilas escolares con pesos elevados.

Según los estudios, el sobrepeso les ocasiona problemas de espalda, que van desde síntomas dolorosos, contracturas y fatiga muscular hasta una mayor predisposición a las deformidades de la columna.

Hay niños que llegan a cargar de 10 a 12 kilos o más, a lo que se suma en la mayoría de ocasiones el peso del agua, el almuerzo y la chamarra que se quitan, así como el de algún juguete.

Silvia Luna destacó que el tiempo promedio de carga de una mochila por parte de los estudiantes es de una hora, especialmente en escuelas públicas, pues se mide no sólo el trayecto de la casa a la escuela y viceversa, sino también el tiempo en la formación en el patio e incluso en las ceremonias.

“Hay casos extremos de niños que recorren largas distancias para llegar a la escuela, y el tiempo de carga se prolonga hasta dos horas. Ante ese panorama, varios países han emprendido una serie de acciones preventivas a fin de evitar daños en la salud de los niños”, añadió.

Citó por ejemplo, las medidas adoptadas por el Congreso italiano, el cual aprobó en 2007 la creación de una comisión científica para estudiar el peso máximo que los niños pueden llevar en las mochilas escolares ya que, según datos recogidos por la prensa, 64.19 por ciento de los estudiantes italianos tiene problemas de espalda relacionados con el excesivo peso de libros que llevan en las mochilas.

Asimismo, dijo, se han estudiado en ese país nuevas opciones para transportar los útiles escolares; por ejemplo, la obligación de que haya armarios en las escuelas para que los alumnos puedan dejar parte de los libros y de los cuadernos.

“En Francia se impuso un límite máximo de 5.0 kilogramos para los alumnos de primaria y de 6.7 para los de secundaria. Las autoridades encargadas de la educación en ese país pidieron a los editores contener el peso de los textos, y fomentar las bibliotecas escolares y el material multimedia.

Finalmente, se impuso a las escuelas que acondicionaran taquillas personales, y se estableció que el peso de las mochilas no debía superar 15 por ciento del peso corporal del alumno”.

En nuestro país, refirió la legisladora, pese a las voces que han tratado el tema y difundido los daños que trae consigo el sobrepeso de las mochilas escolares, no hay una normatividad específica que pueda ser aplicada en los planteles.
Por ello, dijo, se hace el exhorto al Ejecutivo para que a través de las secretarías de Salud, y de Educación Pública, emita la norma oficial mexicana con los criterios de peso que debe tener el material educativo, portado diariamente por los niños que cursan los niveles básicos del sistema educativo nacional, a fin de evitar la pérdida del equilibrio estático y dinámico entre la forma, la estructura y la función del sistema neuro-músculo-esquelético.

Concluyó que las áreas del cuerpo más afectadas por el sobrepeso de las mochilas son los grupos cervical, dorsal y lumbar de la columna, los discos que se encuentran entre las vértebras y los ligamentos que las unen. “Las primeras consecuencias que generalmente aparecen son el dolor y las contracturas, pero con el tiempo la columna puede presentar deformación o arqueos”.

Incluso, añadió, la legisladora, cargar la mochila con un tirante puede convertirse en algo peligroso, ya que recargar todo el peso en un solo hombro genera dolor muscular en torso, espalda y cuello, así como lesiones en la columna y el hombro.

“Médicamente, se llama escoliosis y consiste en la alteración de la curvatura lateral de la columna y el omóplato, provocando que un hombro esté más alto que el otro”.

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