• Las mujeres se perciben ajenas al riesgo por considerarse fieles

En nuestro país, el 25.5 por ciento de las personas infectadas por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) son mujeres; durante el primer semestre de este año, se registró que el 20.9 por ciento de este grupo son mayores de 15 años, según datos del Centro Nacional para la Prevención y Control de VIH-Sida (Censida).

Con el propósito de revertir esa tendencia y contar con acciones para prevenir la transmisión perinatal de esta enfermedad, la diputada Holly Matus Toledo, integrante de la Comisión de Equidad y Género, presentará una iniciativa que adiciona un párrafo VI al artículo 61 de la Ley General de Salud.

En el documento se argumenta que es necesario reforzar las campañas preventivas, debido a que existe una baja información de las mujeres sobre las posibilidades de adquirir el VIH.

Destaca que la mayor parte de campañas y mensajes han sido dirigidos a las poblaciones de mayor riesgo, por lo que las mujeres se perciben ajenas a este mal por considerarse fieles, monógamas, no usar drogas, además de desconocer o negar la posibilidad de que sus parejas tengan prácticas de riesgo o estén infectados.

Reconoce que una de las consecuencias de que día a día haya más mujeres infectadas y de que en la edad reproductiva se concentre el mayor número de casos abre la posibilidad de que aumente la cifra de embarazadas contagiadas.

Establece que no se ha estudiado de manera suficiente el desarrollo de este padecimiento entre las mujeres, por eso no se sabe con claridad el efecto del embarazo sobre la progresión de la infección.

Tampoco se sabe si el embarazo disminuye las expectativas de vida de las embarazadas. A pesar de la falta de información, es posible que este sector sea más vulnerable a las complicaciones del VIH, así como a la morbilidad no relacionada con el sida.

De acuerdo con reportes oficiales, en el 2007 se registraron 104 nuevos casos de embarazadas con VIH-sida, atendidas por la Secretaría de Salud con tratamiento antirretroviral, mientras que hasta octubre del presente hubo 59.

Respecto a la prevalencia del VIH en recién nacidos, durante 2007 se presentaron 114 nuevos casos, mientras que para junio de 2008 el registro fue de 31.

En el documento se advierte que para disminuir al máximo el riesgo de transmisión es preciso que también se asegure la alimentación del recién nacido con sustituto de leche materna, a través de un programa que opere en todas las instituciones públicas de salubridad, ya que hasta ahora sólo funciona en la Secretaría de Salud.

Enfatiza que las mujeres embarazadas infectadas con VIH-sida tienen muchas necesidades específicas, requieren de servicios integrales, atención y tratamiento pre y postparto, apoyo psicológico adecuado y que sean tratadas con todo respeto por personal sensibilizado y capacitado en el tema.

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