• El diputado afirmó que hasta en tianguis se pueden adquirir versiones comerciales de medicinas y del propio sector salud
• Pidió redefinir el concepto de farmacia institucional
• Revisar el sistema de precios: Diputado Ramírez Barba
Los problemas en la planeación, licitación, almacenamiento, distribución y prescripción razonada de medicamentos no permiten que se garantice su abasto, provoca descontrol en los inventarios y fortalece el mercado negro, todo ello en perjuicio de la población.

El diputado Benjamín González Roaro, presidente de la Comisión de la Función Pública, refiere que en el mundo el robo, contrabando y falsificación de medicamentos implica pérdidas anuales de cien mil millones de dólares.

En la inauguración del foro Medicamentos a granel y su dispensación en dosis unitarias, organizado por la Comisión de Salud, el legislador mencionó que en México la venta de medicamentos pirata oscila entre 850 millones y mil 700 millones de dólares, lo cual podría representar entre el 10 y el 20 por ciento de las ventas en el mercado legal.

“Este es uno de los principales problemas que se tienen que atender para garantizar la salud de los mexicanos. En los tianguis se pueden conseguir medicamentos no sólo en su presentación comercial, sino muchas veces en la presentación del sector salud, y esto se debe a una serie de fugas que existen en el sistema”.
La venta de medicamentos pirata tiene tres consecuencias de alto riego para la salud, la integridad y la vida porque no hay ningún control de calidad, afecta negativamente el desarrollo económico y fortalece las redes del crimen organizado.

A pesar de los esfuerzos realizados, continuó González Roaro, “tenemos altos niveles de inventarios de medicamentos que en muchas ocasiones no salen oportunamente; nuestra planeación todavía no es eficiente y el mercado negro y la piratería se fortalecen”.

A lo anterior se añaden las dificultades para la prescripción razonada de medicinas que ocasiona suspensión de tratamientos y la automedicación, dijo.

De acuerdo a la definición más conocida, la prescripción debe indicar los medicamentos que a criterio del médico son los apropiados para las necesidades clínicas del paciente, la dosis justa y el tiempo adecuado, dentro de un marco general del tratamiento integral en la enfermedad, aclaró el diputado.

Para lo anterior, se requiere definir el concepto de farmacia institucional que no aparece en la Ley General de Salud y establecer en el marco normativo la prescripción razonada que contempla que los medicamentos suministrados por las farmacias del sector salud deberán ser entregados previa receta médica y en dosis exactas o unitarias, conforme al tratamiento establecido.

En tanto, Gabriel Ricardo Manuelle Lee, en representación del Secretario de Salud, manifestó que un sistema de dosis unitario, si bien reduce riesgos de medicación, no garantiza la efectividad en la racionalización de los mismos.

Explicó que este es un método de distribución, de dispensación a pacientes hospitalizados, exclusivamente: se prepara de tal manera que la cantidad corresponda a la dosis requerida en una administración y se rotule con el nombre del paciente respectivo listo para ser administrado sin necesidad de preparación posterior.

Es un método de control de servicios organizado desde la farmacia; “cuenta con eficacia comprobada a nivel mundial, pero también ha demostrado relativa efectividad para la racionalidad del consumo de medicamentos”.

Si se implementa en México debe ser organizado y coordinado por profesionales y bajo un estricto control farmacéutico.

En tanto, el coordinador de asesores de la Subsecretaria de Industria y Comercio, Rodrigo García Verdú, expresó que la adopción de dosis unitarias puede ser limitada por los costos y la falta de infraestructura adecuada en la distribución y almacenamiento de medicamentos, así como en la carencia de personal especializado.

“Todos estos elementos pueden estar limitando la dispensación de dosis unitarias y no necesariamente es la legislación la que está impidiendo que se adopten este tipo de mecanismos”.

Ante este escenario, el diputado Éctor Jaime Ramírez Barba, presidente de la Comisión de Salud, aseveró que “independientemente que sea unitario o por bloque, no puede seguir ocurriendo que vayamos a una farmacia y nos encontremos productos con 90 por ciento de descuento; no sé si el sistema de precios máximos sea lo mejor que tengamos en México”.

No me explico el porqué para que le puedan vender a una institución que compra mayoritariamente como el IMSS o ISSSTE tengamos que utilizar un tercero para adquirir. Hay temas que el Ejecutivo tiene que atender.

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