• Avala el Pleno un punto de acuerdo sobre este tema

Para que el Ejecutivo federal establezca reuniones de trabajo con los sectores empresariales que podrían verse afectados por una disminución de los aranceles a los productos industriales de importación, el Pleno de la Cámara de Diputados aprobó un acuerdo de la Junta de Coordinación Política.

El objetivo es analizar las consecuencias en producción y empleo que tendría esta medida y generar políticas públicas que contribuyan a fortalecer al sector, a fin de afrontar de manera exitosa la creciente competencia.

La propuesta impulsada por el diputado Mariano González Zarur (PRI) refiere que el Ejecutivo federal, a través de la Secretaría de Economía, pretende presentar un decreto que disminuiría de manera drástica los aranceles de los productos industriales.

El arancel promedio se reduciría de 10 a 5 por ciento en forma inmediata, y a 2 por ciento en el 2011. El porcentaje de productos con arancel cero pasaría de 20 a 53 por ciento en forma inmediata, y a 80 por ciento en 2011.

El presidente del Comité de Competitividad menciona que de llevarse a cabo la reducción de aranceles, las empresas manufactureras, cuya producción se destina preponderantemente al mercado doméstico, podrían reducir su producción y empleo, en la medida en que sus productos no resulten competitivos respecto a los importados.

Su eliminación, abunda, provocaría una pérdida de aproximadamente 79 mil empleos en sectores como el textil, maquinaria, muebles, minerales no metálicos, productos de cuero y piel, derivados del petróleo y del carbón, así como productos metálicos.

“Los empresarios están conscientes de que se tienen que simplificar los aranceles; sin embargo, debe privilegiarse el diálogo entre el Poder Ejecutivo y el sector empresarial, para encontrar los consensos necesarios y se establezcan políticas públicas que le permitan a la industria enfrentar una desgravación arancelaria”.

El documento destaca que en los últimos años ha crecido el déficit comercial con Europa, Asia, África y Oceanía, y se han desmantelado importantes sectores industriales. Aunado a ello, los organismos internacionales aseguran que México tendrá un desplome en la inversión productiva, el consumo privado y las exportaciones.

Esto debería propiciar un alto, se dice, para reflexionar sobre las políticas públicas que se han llevado a cabo en los últimos 25 años, “ya que no han funcionado: no existe certeza jurídica, la calidad de la educación está a la baja; creciente inseguridad; empleo precario, mercado interno débil, y una progresiva e inconcebible inequidad en la distribución del ingreso”.

Refiere que así como se hicieron foros para discutir la reforma del ISSSTE, para la reforma del Estado, para la reforma tributaria y para analizar la reforma energética, es necesario, establecer mesas de trabajo en un tema tan sensible como lo es la baja de aranceles, pero sobre todo no deben tomarse medidas unilaterales y drásticas que sólo propiciarían que se agudice el desempleo.

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