• La lucha por lograr la igualdad ha sido un proceso lento: Maricela Contreras

Durante el segundo día de actividades del Encuentro Regional de Legisladoras, Mujeres Trabajando Juntas: Promoviendo la Perspectiva de Género en la Agenda Legislativa, la diputada Lourdes Quiñones Canales (PRI) comentó que a pesar de los avances en materia de equidad de género las mujeres aún enfrentan problemas comunes, como la discriminación, la falta de oportunidades, la violencia y la exclusión.

Ahondó que el acceso igualitario a la toma de decisiones es un problema de voluntad política. “En pleno siglo XXI, la política sigue considerándose como un ámbito masculino. Tenemos que buscar espacios políticos para que la participación de las mujeres sea igualitario y equitativo”.

Quiñones Canales precisó que el aborto, la trata de personas, la diversidad sexual y el genoma humano todavía son asignaturas pendientes; “hoy contamos con un área de investigación en materia de género, un avance importante toda vez que la información que de ahí podemos obtener es una valiosa herramienta para apoyar nuestro quehacer legislativo”.

Aún existen dificultades que no hemos podido resolver, precisamente porque las diferencias ideológicas siguen haciéndonos mella, la confusión entre lo moral y la ética jurídica, la resistencia a entender el carácter laico del Estado, son obstáculos que no permiten consolidar el conjunto de libertades y derechos.
Por su parte, la presidenta de la Comisión de Equidad y Género, diputada Maricela Contreras Julián, aceptó que la lucha por lograr la igualdad ha sido un proceso lento. No obstante, informó, este año se logró una ampliación de mil trescientos millones de pesos al presupuesto con perspectiva de género.

Detalló que el crecimiento en términos nominales de 2009 respecto de 2008, fue de 23 por ciento. “Para este año el presupuesto etiquetado quedó en ocho mil 900 millones de pesos”.

Blanca Olivia Peña, consultora independiente en cuestiones de género, opinó que no basta incrementar el número de mujeres en cargos de representación popular, sino constituir una masa crítica para legislar en forma distinta de sus pares varones.

“Representar significa actuar en beneficio de los representados de un modo que responde a sus demandas, y en este sentido la perspectiva de género en los parlamentos tiene como correlatos la exigencia de receptividad y la rendición de cuentas con los ciudadanos”.

Entre los instrumentos para impulsar dicha perspectiva en los congresos, las bancadas parlamentarias son un espacio de identificación, diálogo y solidaridad entre mujeres políticas que trasciende identidades político partidistas, asentó.

Éstas permiten establecer vínculos con la sociedad civil e instituciones gubernamentales, generar corrientes de opinión favorables a la adopción de cuotas de participación política e impedir que a las mujeres se les confine a algunos temas y se les excluya de otros que son acaparados generalmente por la elite parlamentaria masculina.

“Las bancadas femeninas reivindican la diferencia porque exigen trato de iguales en un régimen de libertades civiles, particularmente cuando un país atraviesa por una coyuntura que genera desconfianza, descrédito o rechazo a las instituciones políticas y a quienes nos representan”.

La senadora uruguaya Mónica Xavier manifestó que impulsar la visión de las mujeres en la toma de decisiones, implica incorporar el enfoque de la diversidad como un elemento para que el Estado responda a las demandas de la población con políticas laicas.

“Diversidad y laicidad no significan ausencia de religiosidad, sino aceptación de la pluralidad y respecto a la igualdad de oportunidades”.

Respecto a la participación política puntualizó que “no es un asunto de generosidad ni se trata de tener un espacio que se nos brinde; es un espacio de poder que es mucho más eficaz y eficiente si lo complementamos con visiones diferentes entre hombres y mujeres”.

En su oportunidad, María Luisa Cuculiza Torres, presidenta de la bancada de mujeres de la República del Perú, señaló que este tipo de reuniones tiene como objetivo promover la igualdad entre hombres y mujeres, basada en el principio de respeto. “La mujer no está en el Congreso de adorno, está en él porque tiene que participar activamente en la política”.

Abundó que las mujeres en la política deben hacer escuchar su voz, para que “estén en donde estén, las nuevas generaciones tengan un ejemplo de que la mujer sí sirve para la política y puede llegar hasta donde se lo proponga”.

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