• Lo niños y jóvenes mexicanos, nuestro principal objetivo a proteger, afirmó
• Evitar criminalización de la juventud por consumo o portación de marihuana: González Garza
Al inaugurar los Foros de Debate sobre la Regulación de la Planta Cannabis en México, el presidente de la Cámara de Diputados, César Duarte Jáquez, expresó que el tráfico ilegal y consumo de drogas es un asunto que rebasa las fronteras y que para atenderlo es necesaria una política continental derivada de un acuerdo de la misma magnitud.

“No olvidemos que formamos parte de un contexto internacional; aprovechemos la experiencia de lo que ha sucedido en otras latitudes y en nuestro alrededor”.

Subrayó que la perspectiva para la solución a este problema no sólo es económica o de mercado, sino que también implica un enfoque de salud pública, donde es preciso enfatizar en la información y en la comprensión de la población afectada.

“La perspectiva debe ser integral. De ser antaño un país de paso y producción, enfrentamos ahora un problema de consumo en la población”, dijo.

Duarte Jáquez se pronunció por propiciar un diálogo constructivo “que nos acerque al consenso para mejorar las políticas de control de drogas legales e ilegales”.

“No estamos satisfechos con los resultados que se han alcanzado con las políticas actuales de combate al narcotráfico, de control de estupefacientes y de atención a las personas que han caído en las garras de las adicciones, a pesar de los esfuerzos de las Fuerzas Armadas y los cuerpos policiacos”.

Añadió que “los resultados dejan qué desear y es obvio que todos debemos contribuir a tener una mejor visión de cómo atender el problema”.

Respecto de los foros precisó que se evaluará, con el concurso de la sociedad, la política de control de drogas legales e ilegales, así como el impacto que en la salud, la economía y la seguridad pública tendría una distinta regulación de la cannabis con fines terapéuticos, industriales y lúdicos.

“Se discutirán también aquí propuestas legislativas y de políticas públicas alternativas y los alcances de sus posibles aplicaciones. ¿Qué pasaría hoy si en un abrir y cerrar de ojos se detiene el flujo de drogas? ¿Podríamos rehabilitar a quienes lo requieren?

Los niños y jóvenes mexicanos son nuestro principal objetivo a proteger y actualmente no contamos con la infraestructura para atenderlos ni en prevención ni en rehabilitación”.

A su vez, el presidente de la Junta de Coordinación Política y coordinador del Grupo Parlamentario del PRD, Javier González Garza, indicó que la cannabis debe ser discutida de forma separada a otro tipo de drogas como la cocaína, heroína, el opio o las sintéticas.

La marihuana, dijo, quiérase o no, forma parte de nuestra historia y de nuestras culturas, “es como el peyote, una droga utilizada desde antes de la Colonia”.

Esa utilización, abundó el legislador del PRD, nos parece que es muy importante discutirla. ¿Cuál es el problema real?, las drogas; su tráfico y comercialización es un problema económico, y así debe tratarse.

“En un problema económico; cuando existe una demanda se construye una oferta, entonces, considerando la enorme demanda de Estados Unidos, es abastecida por redes o cárteles que se ocupan de satisfacerla. Estoy de acuerdo con los tres ex presidentes, el de Brasil, Cardoso; el de México, Zedillo y el de Colombia, César Gaviria, que también plantean discutir el problema de las drogas, sacando la marihuana”.

Refirió que para su grupo parlamentario la gran preocupación es que se evite la criminalización de los jóvenes por consumir o portar marihuana. “Si hacemos delito grave el consumo o la portación de marihuana no alcanzarían las cárceles para meterlos a todos”.

“Ojalá y este foro nos permita dejar muy claro este tema, creo que todavía podríamos aprobar aquella ley de narcomenudeo que fue avalada por el Congreso y vetada por Vicente Fox”, concluyó.

A nombre del grupo parlamentario del PAN, el diputado Adrián Fernández Cabrera destacó que el Estado debe ser proclive a reducir los problemas, no a incrementarlos, a generar y promover mejores hábitos entre la población y no dar pie para que exista un mayor número de adictos y se desencadenen más dificultades de prevención y tratamiento.

La ONU, dijo el legislador, ha hecho un señalamiento contundente: “Las drogas son ilegales porque son dañinas, no son dañinas por ser ilegales y su legalización no soluciona el problema del crimen organizado”.

Fernández Cabrera abundó que ese organismo internacional reconoce que la violencia que se alimenta en el mercado negro de narcóticos ha causado daños enormes a la comunidad internacional.

En este sentido, mencionó, “tampoco podemos ser simplistas al afirmar que al legalizar las drogas se acabarían los problemas que hasta hoy se enfrentan; los narcotraficantes cuentan con redes delincuenciales y con armamento que supera las leyes de la oferta y la demanda de la droga”.

Concluyó que se trata de un asunto muy complejo que no puede ser tratado con simples axiomas o de forma demagógica, ya que se incluyen intereses económicos y de poder muy fuertes que no pueden estar por encima de la salud y de la vida de las personas.

“No es posible hablar de la utilización y consumo de las drogas como un asunto exclusivo de salud pública, se trata de un problema que ha extendido su alcance a lo más decadente de una dinámica social que expone y vulnera la paz y la tranquilidad de las familias a todos los niveles y sin discriminación alguna”.

En tanto, la coordinadora del Grupo Parlamentario Socialdemócrata, diputada Marina Arvizu Rivas señaló que el objetivo del foro es abrir un debate informado con los diferentes actores de las distintas áreas de la cultura, de la ciencia y de la política para establecer información, argumentación contundente respecto al tema de la cannabis.

El foro, dijo, responde a las preguntas que normalmente se hace la sociedad civil de este país, misma que se encuentra en una coyuntura muy difícil y que tiene que ver con el combate al crimen organizado vinculado al tema del tráfico de drogas.

“Creemos que el solo hecho de que hoy se esté iniciando este foro es un mensaje de que en la Cámara de Diputados estamos muy preocupados por este asunto y que estamos buscando una serie de alternativas y respuestas que nos den un panorama más amplio para intentar resolver desde otro lugar y con la concertación de la sociedad civil el problema que hoy aqueja a esta ciudadanía de México”.

Por su parte, la doctora Blanca Heredia Rubio, comisionada para el Desarrollo Político de la Secretaría de Gobernación, indicó que la regulación de la cannabis tanto en su prohibición como en su legalización, constituyen medios para combatir de manera efectiva al crimen organizado y así fortalecer la seguridad y el Estado de Derecho.

No esperemos, mencionó, encontrar soluciones mágicas y simples, ya que está claro que una regulación totalmente prohibitiva no ha sido la solución a todos los males, pues de lo que se trata es de encontrar las políticas más eficaces para derrotar a esas organizaciones criminales que tanto daño le hacen al país.

“Ninguna política de regulación de las drogas será un arma eficaz en el combate del crimen organizado si no se funda en el fortalecimiento de los prestadores de ley y si no se ve acompañada de acciones que apuntalen hacia la solidez de las fibras que nos conectan hacia eso que se llama ahora tejido social, con políticas de prevención y consumo, prevención y combate al consumo de drogas y después programas pedagógicos y educativos de gran escala”, abundó.

Expresó que en la discusión sobre la regulación de la marihuana en México se supone la necesidad de hacerse cargo de los complejos desafíos que el país enfrenta en un contexto marcado por el crecimiento del crimen organizado y por las grandes amenazas que dicho crecimiento entraña a los mexicanos.

La producción, distribución y venta de marihuana, puntualizó, es tan sólo uno de los muchos giros del crimen organizado. “Aun en el supuesto de que su legalización en México permitiese eliminar o reducir sensiblemente la rentabilidad de esa línea particular del negocio resulta difícil imaginar que eso hiciera posible terminar el tráfico de armas, el lavado de dinero, la trata de personas o el secuestro”.

Refirió que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Adicciones 2008, el consumo interno de drogas experimentó un crecimiento, pues entre 2002 y 2008 el número de personas que alguna vez han probado alguna droga pasó de 3.5 a 4.5 millones, lo que representó un aumento de 29 por ciento, y que el consumo de marihuana se disparó de 1.1 a 3.3 por ciento en las mujeres, y de 4.5 a 8.3 en los hombres.

Tal crecimiento, enfatizó, representa problemas importantes de salud pública y contribuye a alimentar situaciones y prohibiciones sociales que tienden a propiciar el crecimiento de todo tipo de violencia; propicia actividades criminales de diverso tipo y contribuye a la inseguridad en general.

“Los mexicanos quieren un país que le ofrezca oportunidades a todos; un país en el que las calles y los caminos sean para transitarlos y recorrerlos tranquilamente; un país de ciudades con días y también con noches al aire libre; un México con parques y plazas en las que las personas se puedan reunir sin angustias y sin temores”, enfatizó.

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