Durante los trabajos del Foro de Debate Sobre la Regulación de la Planta de la Cannabis en México, el diputado Ector Jaime Ramírez Barba, presidente de la Comisión de Salud, afirmó que por el momento no se justifica su legalización para fines médicos, pues en el país se cuenta con fármacos eficaces y seguros para el tratamiento del dolor.

Aseguró que está permitido en México siempre y cuando la planta oferte algo diferente a lo que se conoce como tratamiento terapéutico.

El artículo 238 de la Ley General de Salud, dijo, establece que para fines de investigación científica, la Secretaría de Salud autorizará a los organismos o instituciones que hayan presentado protocolo de investigación autorizado por aquella dependencia, la adquisición de estupefacientes, “entre ellos cannabis” y sólo podrán prescribirla los médicos cirujanos legalmente autorizados para ello.

Si más de 150 mil médicos que hay en México no la prescriben, añadió, puede ser porque no la consideren muy útil, “y este foro puede servir para plantearlo; un primer producto debe ser la necesidad de hacer un exhorto al Ejecutivo de que se investigue más de manera formal”.

“Les toca a los profesionales de la salud que abordan los temas de dolor crónico, esclerosis y otras patologías para los que los medicamentos alopáticos existentes no son suficientes, realizar los estudios en este tema”.

Destacó la necesidad de impulsar la investigación en este campo y que los institutos, los sistemas de investigadores y quienes trabajen en este tema registren sus proyectos, ya que en México hay una ausencia absoluta de estudios de cannabis, cómo se comporta, cómo se maneja.

A su vez, el diputado Daniel Dehesa Mora (PRD) destacó la conveniencia de debatir este tema con los sectores involucrados, “y así como se hizo la reforma energética salga también un punto de vista, después de escuchar a expertos en la materia; además se debe conocer la opinión de organismos internacionales, como la Organización de Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud para sacar conclusiones y hacer un análisis de la despenalización del consumo de cannabis”.

Resaltó que las condiciones de México no son las mismas que en Holanda, “somos otra cultura, otro medio y debemos tener en cuenta eso en este análisis”.

Se pronunció porque no se responsabilice penalmente a quienes son adictos a esta sustancia, sino que sea “una cuestión administrativa, no tacharlos de drogadictos, porque es exagerar”.

Al aprobar las áreas cien por ciento libres de tabaco, “no se prohibió fumar sino que se haga con responsabilidad, igual la marihuana, debe ser utilizada con responsabilidad”, subrayó.

Al hacer uso de la palabra, la doctora María Elena Medina-Mora Icaza, directora general del Instituto Nacional de Psiquiatría, planteó que el análisis de la utilidad médica de esta planta debe desligarse de argumentos de legalización.

“Los dos debates son muy importantes, pero obedecen a principios diferentes y no debemos oscurecer uno con el otro ni utilizar un argumento de uno para el otro, sino ver qué dice la evidencia y dónde estamos”.

Se debe regular de manera global, porque parcialmente llevaría a complicaciones importantes. Los riesgos son muchos y muy importantes: dependencia, alteración de la memoria, atención, juicio y funciones cognitivas, afecta la coordinación, aumenta el ritmo cardiaco y el déficit cognitivo es duradero.

La morfina, que es derivada del opio, dijo, es el mejor analgésico que existe y cuenta con reglamentos para permitir su uso médico, lo cual debe considerarse en caso de que se decida permitir el uso médico de cannabis.

Afirmó que México cuenta con investigadores de gran reconocimiento que pueden hacer ensayos clínicos y destacó la importancia de garantizar marihuana de calidad para esos proyectos que no nos dejen a la zaga de la investigación en este campo.

Enseguida, Gady Zabicky señaló que la negativa de las autoridades a utilizar la cannabis con fines médicos se debe a que “se abriría un agujerito en la presa, que no se va a cerrar hasta que se reviente por completo y dé paso al uso lúdico de la misma”.

Aclaró que en ningún lugar del mundo ha habido una sola muerte por cannabis, lo que no se puede decir de ningún otro medicamento alopático. “Para morir de una sobredosis de ‘mota’, una persona tendría que fumarse tres libras de marihuana al uno por ciento en una sentada”.

Esta sustancia ha sido sugerida como psicofármaco, antirreumático, antihipertensivo ocular, analgésico, antipirético, reductor de daños en manejos adictivos, antiemético, produce hambre, quita el vómito y trastornos neurológicos; sin embargo, la investigación está totalmente bloqueada.

La industria farmacéutica, explicó, considera innecesaria la investigación porque una ampolleta para quitar el vómito ocasionado por la quimioterapia cuesta 500 pesos y se requieren tres al día durante un tratamiento de 15 días, “son 22 mil 500 pesos al mes y ¿cuántos mexicanos tienen acceso a esto?”.

A su vez, Mario Mendoza Silva, del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, llamó la atención respecto a que el 10 por ciento de los consumidores de marihuana desarrollan dependencia y actualmente hay 350 mil adictos a esta planta en México, cifra que aumentará proporcionalmente si se liberaliza el consumo.

“Muchas personas tienen predisposición a las adicciones, por ejemplo, somos 105 millones, pero no todos vamos a fumarla, digamos que sí fumarán tres o cuatro millones y se incrementará en esa proporción el número de adictos”.

En ese escenario tendrían que crearse más centros de rehabilitación en todo el país, porque ahorita no tienen manera de atenderse, no hay medicamentos específicos, los tratamientos son psicoterapéuticos y de rehabilitación, en forma de consejería; además la rehabilitación es costosa por ser multidisciplinaria y tiene un alto índice de recaídas.

Manifestó su preocupación “porque parece que no hay problema y que está bien liberalizar el consumo, pero quienes vemos esta situación cotidianamente sabemos que no es cualquier cosa”.

“Si se decide aceptar la despenalización deben tomar en cuenta todos estos aspectos”.
Durante su participación, Ricardo Tapia, del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM, señaló que en el manejo de la esclerosis múltiple y tumores cerebrales parece que los cannabinoides tienen un efecto benéfico.

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