Diputados del PAN, PRD y PRI coincidieron en que la campaña de anulación del voto refleja una postura de la ciudadanía frente a la incapacidad de los partidos políticos para conducir adecuadamente al país, además de que es un claro mensaje para retomar el tema de las candidaturas independientes.

El diputado de Acción Nacional, Eduardo de la Torre Jaramillo, integrante de la Comisión de Puntos Constitucionales, reconoció que el bajo desempeño de partidos y los mismos políticos, han generado el desinterés y el hartazgo de la población.

Añadió que a pesar de que aún no nos acercamos al modelo argentino que era: “que se vayan todos”, sí es una manifestación de que la clase política no ha estado a la altura de la situación económica y social del país.

El legislador señaló que la campaña es un reclamo legítimo de la ciudadanía, sin embargo, advirtió, la estrategia tiende a ser fallida porque de cualquier forma los resultados de las elecciones serán legítimas pero la decisión la tomarían las minorías, “no quienes promueven el voto nulo”.

“Estos nulistas lo que no están vislumbrando es que ellos no van a decidir y abrirían el paso a una votación de estructuras partidistas. El partido que tenga una mayor estructura y movilice a un mayor número de militantes será el que gane”, subrayó.

De la Torre Jaramillo descartó que algún partido político en particular se vea beneficiado con la campaña. Más bien, abundó, es un llamado de atención a los partidos para que reconsideren su actuación.

Concluyó que estas manifestaciones se pueden ir incrementando hasta que se pueda discutir la reelección, que también es una posibilidad, a fin de premiar o castigar a sus representantes populares.

Por su parte, el diputado del PRI, Alfredo Ríos Camarena, presidente del Comité del Centro de Estudios de Derecho e Investigaciones Parlamentarias, coincidió en que la campaña nulista es una inercia generada frente a la incapacidad de los partidos políticos para conducir adecuadamente a la sociedad.

No obstante, aseguró, éste es un fenómeno internacional, no sólo nacional, pero en México se ha agudizado porque los partidos han sido incapaces de conducir a sus militantes en una forma que produzcan entusiasmo y la convicción para participar en la lucha política.

Asimismo, abundó, “se sienten manos extrañas que aprovechan la circunstancia y pretenden convertirlo de un carácter sociológico a uno político, aunque ignoro y no entiendo a quién beneficie, pero desde luego es grave porque está cundiendo en la opinión pública de todo el país, mismo que se agrega al fenómeno natural del abstencionismo”.

El diputado advirtió que esta situación puede propiciar un serio golpe a la democracia, porque las minorías decidirían las representaciones populares.

“Aunque es una democracia legítima, porque las elecciones fueron legitimadas, es también ilegítima, porque quienes participan no corresponden ni remotamente al número elemental que debe tener un país para gobernar”.

Subrayó que esta campaña no beneficia a ningún partido en particular y sí perjudica a todos. Lo que deben hacer, propuso, “es que los partidos se conviertan en instrumentos más democráticos; en los que las cúpulas no gobiernen y en consecuencia los militantes tengan más entusiasmo”.

Mencionó que no es un asunto del IFE porque éste no puede obligar a nadie a votar por una opción que no llama la atención; lo único que puede hacer es incrementar su campaña para incentivar el voto.

“Es un problema de los partidos, porque son los que deben entusiasmar a la ciudadanía a través de mejores candidatos y respuestas, así como una mejor publicidad”.

En este sentido, aceptó que es tiempo de fomentar las candidaturas independientes para que los ciudadanos tengan otras opciones.

“¿Por qué debo votar por la misma sopa, por la misma gente, por los mismos partidos, si no me llaman la atención y no me da la gana? Yo siempre he sido partidario de la campaña independiente”, dijo.

A su vez, el diputado del PRD, Cuauhtémoc Sandoval Ramírez, secretario del Comité del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Publica, destacó que la campaña de anulación del voto es un reflejo de ciertos sectores de la sociedad que están desilusionados con el sistema político mexicano.

Sin embargo, añadió, los legisladores consideramos que ésta no es ninguna solución porque lo único que deja son vacíos y en política como en la sociedad, los vacíos los llena alguien y puede ser el mismo sistema que gobierna.

Esta situación, abundó, puede derivar en la instalación de un gobierno autoritario. “Hay que recordar que en Perú, el entonces presidente Fujimori surgió justamente cuando hubo sectores de la sociedad que rechazaban a los partidos. Entonces debemos tener cuidado con este tipo de convocatorias”.
La campaña por sí sola no revierte las decisiones finales, porque no se cuentan como votos, pero tampoco es abstencionismo, sólo logra generar una situación de poca legitimidad de los representantes populares y eso no es conveniente para nadie.

Rechazó también que con ello se beneficie algún partido en particular. Se trata, subrayó, del rechazo de la ciudadanía a todos los políticos y sus partidos.

Los tres legisladores coincidieron en que para abatir de igual forma el abstencionismo, que de acuerdo con un estudio de la Cámara de Diputados podría alcanzar en las votaciones intermedias hasta un 70 por ciento, es necesario hacer nuevas reformas.

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