• Urgente, abordar el problema de la deserción escolar de miles de jóvenes
• Generar marco jurídico que obligue al Estado impulsar una reforma profunda en la educación media superior

Las tendencias de crecimiento poblacional muestran que en los próximos años se enfrentará la mayor demanda estudiantil de la historia en el nivel medio superior, ya que aproximadamente 10 millones de nuevos alumnos solicitarán ingreso a este subsistema con el rezago más importante del sistema educativo.

Para atender esta demanda es urgente considerar que la atención a los estudiantes tiene que darse no sólo mediante más espacios físicos, sino con sentido cualitativo, afirmó la presidenta de la Comisión de Ciencia y Tecnología, Silvia Luna Rodríguez.

En la exposición de motivos de la iniciativa que expide la Ley General de Educación Media Superior, la diputada subrayó que además del alto índice de deserción, falta de cobertura e incompatibilidad y equivalencia entre los programas, la educación media superior carece de objetivos propios que le den identidad y congruencia.

En el documento se menciona que tradicionalmente se definió al bachillerato como una etapa de preparación para acceder a la educación superior y que como respuesta a la demanda creciente se sumó a esta concepción un modelo de preparación terminal técnica o bivalente que capacita en el trabajo y prepara para el siguiente nivel.

Con el propósito de que la educación media superior responda tanto a una formación terminal, técnica, como a una propedéutica se crearon una multiplicidad de tipos de bachillerato sin equivalencia, lo que evidentemente dificulta la movilidad de los estudiantes de una modalidad a otra, agrega.

Se enfatiza que este subsistema educativo se caracteriza por su gran diversificación institucional en la oferta, mismo que en las últimas décadas mostró un crecimiento acelerado de su matrícula, reflejado en los dos millones de alumnos que albergaba en 1990 y que para el 2000 alcanzaron casi tres millones y cerca de 3.9 millones en el ciclo escolar 2007-2008.

Sin embargo, a pesar de este crecimiento en la oferta, sólo 58 de cada 100 jóvenes en edad de cursar el bachillerato encuentra un sitio en él, y de los que ingresan, más del 40 por ciento se ven obligados a desertar.

La legisladora destacó la importancia de este ciclo de estudios ya que de su calidad, articulación y pertinencia depende la adecuada formación de las generaciones de jóvenes que habrán de incorporarse al sector productivo o continuar educándose como profesionales y técnicos.

“Considerando su importancia para el desarrollo, es urgente que se aborden desde una perspectiva integral los problemas y deficiencias que están detrás de los elevados niveles de fracaso escolar y deserción de miles de jóvenes; con el hecho de abrir más espacios no se garantiza incrementar la retención también se requiere atender la calidad de los procesos.

“Es necesario que el bachillerato se ubique no solamente como una continuidad de la educación básica o un antecedente del nivel superior, sino como un ciclo con objetivos y personalidad propios que tenga a la vez una correlación con la realidad del país y cada región”, dijo la legisladora.

Resolver problemas como el currículo que se encuentra desfasado en relación con las demandas y necesidades de los jóvenes, de los sectores productivos y de una sociedad en constante transformación.
Así como integrar en sus planes y programas de estudio un conjunto de elementos comunes, para que los egresados de la educación media superior compartan capacidades genéricas, actitudes, valores y conocimientos, a fin de facilitar la movilidad de estudiantes, son parte de los objetivos de la iniciativa que podría dictaminarse en la próxima legislatura.

En la iniciativa, turnada a la Comisión de Educación Pública y Servicios Educativos con opinión de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, se contemplan las propuestas expuestas en los foros Parlamentarios de Consulta sobre Educación Superior y Media Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación, realizados en el 2006 y 2008 en los que participaron la ANUIES, la UNAM, el IPN, universidades de todo el país, legisladores y autoridades del sector educativo federal y estatales.

La propuesta de Ley está compuesta de 48 Artículos en Cinco Títulos donde se establecen: disposiciones generales; planeación, coordinación y regulación de la Educación Media Superior; definición de las instituciones de Educación Media Superior; subsidio a las instituciones públicas de este nivel; así como evaluación y acreditación institucional y programas académicos.

Finalmente, Luna Rodríguez aseguró que esta iniciativa responde a la urgencia de una reforma de fondo a la educación media superior, con un enfoque de política educativa que ubique como eje fundamental de su quehacer la transformación del sistema educativo, a partir de una visión de largo plazo.

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