• Infarto al miocardio y diabetes aumentaron su incidencia en los últimos 18 años: diputada Holly Matus

Ante el grave problema de salud que representa la obesidad y las afecciones cardiovasculares, es necesario Reformar la Ley General de Salud y regular el uso de las grasas trans en los alimentos industrializados, señaló la diputada Holly Matus Toledo (PRD).

Refirió que de acuerdo al Instituto Nacional de Salud Pública, actualmente hay más de 70 millones de mexicanos que tienen problemas de sobrepeso u obesidad.

Añadió que estadísticas muestran que las tasas de mortalidad por infarto agudo del miocardio, hipertensión y diabetes han aumentado aproximadamente en un 160 por ciento en los últimos 18 años, y la prevalencia de obesidad en adultos cerca de un 165 por ciento en los últimos 11 años y ha llegado a ser mayor a 40 por ciento en adultos mayores de 40 años de edad.

Actualmente los hábitos alimenticios de los jóvenes conducen a suponer que para el 2030 van a existir tanto jóvenes como adultos mayores con las mismas problemáticas de salud. Expertos del IMSS señalan que esta situación es alarmante, debido a la deficiencia en la nutrición y a la falta de actividad física, advirtió la legisladora.

De ahí que presentó una iniciativa que reforma el párrafo II del Articulo 212 de la mencionada ley, a fin de que en las etiquetas o contra etiquetas para los alimentos y bebidas no alcohólicas se incluya de manera obligatoria el contenido de grasas insaturadas y denominadas ácidos grasos trans, manipuladas industrialmente para la elaboración de alimentos, los cuales tienen un impacto negativo sobre la salud.

Las principales industrias que utilizan estos aceites son la galletera y panadera, de repostería, confitería, botanas y frituras.

Entre los alimentos que contienen las grasas trans se encuentran algunas margarinas, galletas saladas, dulces, caramelos, frituras, palomitas de microondas, pasteles, aderezos para ensaladas y comida tipo snack, entre otros.

Información científica deja claro que el consumo de este tipo de grasas hidrogenadas aumenta el riesgo de infarto de miocardio más que cualquier otro macronutriente. El consumo de 5 a 8 gramos diarios aumenta de 23 a 30 por ciento el riesgo de sufrir un infarto; para evitar los peligros sobre la salud no se debe consumir más de un gramo diario, precisa el documento.

El consumo de grasas trans en países que están en vías de desarrollo puede ser mucho mayor, debido a que representan la opción más barata de grasa para cocinar.

En México no existe una normatividad que regule el uso de los ácidos grasos trans de manera específica. La Norma Oficial Mexicana NOM-051-scfi-1994, Especificaciones Generales de Etiquetado para Alimentos y Bebidas no Alcohólicas Preenvasados, sólo determina que la declaración nutrimental en la etiqueta de los productos preenvasados es voluntaria.

La diputada señaló que ante la gran cantidad de evidencia científica sobre el daño de las grasa trans a la salud y su poco valor nutritivo es muy probable que su limitación o eliminación, ya sea de forma voluntaria o a través de medidas legislativas, evitaría decenas de miles de ataques cardiacos cada año en todo el mundo.

Enfatizó que el grave problema de salud que representan la obesidad y las afecciones cardiovasculares en nuestro país hace necesario y urgente el que se emprendan acciones destinadas a controlar esta problemática, no sólo porque afecta de manera importante la salud de la población, sino también porque perjudica el bienestar general de la nación.

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