En los últimos seis años se registró un incremento significativo de adictos a narcóticos en el país, pasando de 160 mil personas a un total de 465 mil, informó el diputado José Francisco Melo Velázquez (Convergencia).

El legislador subrayó que según datos de la última Encuesta Nacional de Adicciones (ENA), el 43% de los jóvenes entre 12 y 25 años de edad está expuesto a las redes de distribución de drogas; de éstos, la mitad llega a consumirlas de manera experimental, 13% de manera frecuente, mientras que 2% de los hombres y 1.2% de las mujeres llegan a niveles de dependencia.

Ante tal panorama, Melo Velázquez presentó una iniciativa que modifica la Ley Federal, para la Administración y Enajenación de Bienes del Sector Público en la que se destinaría el 15 por ciento de los recursos que le sean incautados al narcotráfico para el combate contra el consumo de drogas ilegales.

Con las reformas se pretende que el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) utilice las incautaciones en beneficio de los que padecen algún tipo de adicción de estupefacientes.

En este sentido, el diputado argumentó que en la actualidad 4.5 millones de mexicanos han consumido algún tipo de droga ilegal lo que representa un incremento del 29 por ciento en menos de una década. Por ello, dijo, minimizar el consumo de narcóticos entre la ciudadanía debe ser prioridad en la política del Estado.

“Los jóvenes son la población más susceptible a convertirse en adictos a estas sustancias, lo que los hace el objetivo principal de los distribuidores de droga. Es por eso que deben ser también el sujeto principal de las políticas y acciones del Estado”.

Por otro lado, propone modificar la Ley Federal Contra la Delincuencia Organizada, para proveer al Sector Salud con más recursos a fin de prevenir el abuso de sustancias ilícitas.

Con estos cambios lo que se busca es que los recursos decomisados al narcotráfico se reutilicen para el tratamiento de adicciones en el país, con lo cual se afrontará el problema de las drogas tanto del lado de la oferta como por el lado de la demanda, señaló.

“Es indiscutible que en tanto continúen las deficiencias en la educación, cultura de la prevención y la pobreza, la lucha contra el narcotráfico, por noble que sea su intención, será parte de una política estéril e incompleta. Por ello esta iniciativa busca contribuir a que se erradiquen las causas del incremento del consumo de las drogas en México”.

Resaltó que este problema es reflejo de un averiado tejido social, donde el sistema educativo no fomenta la prevención. Mientras que la ausencia de alternativas de recreación, cultura y deporte proporcionadas por el Estado ha provocado que miles de jóvenes caigan en las adicciones y en “el peor de los casos, en las redes de la delincuencia organizada”.

El diputado explicó que es responsabilidad del gobierno ayudar a la rehabilitación de aquellos que sean consumidores, por lo que escatimar recursos para ello es seguir con una política de atender síntomas sin atacar sus raíces.

Señaló que el incremento de consumo de sustancias ilegales amenaza a la población del país, por lo que el Congreso debe reformar las leyes que habiliten la prevención, eviten el uso y faciliten la rehabilitación de los jóvenes y la sociedad en su conjunto.
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