• El cien por ciento de granos los importamos de Estados Unidos, advierte

El presidente de la Comisión de Agricultura y Ganadería de la Cámara de Diputados, Héctor Padilla Gutiérrez, advirtió que el problema de la crisis alimentaria en México se podría agudizar en los próximos meses como consecuencia de la situación económica mundial.

Mencionó que la problemática no se percibe porque en los últimos meses han ocupado la atención del gobierno y de la sociedad otros sucesos como la crisis en seguridad pública, la económica y la contingencia sanitaria.

Sin embargo, añadió, la crisis alimentaria es todavía más grave que la económica y se incrementará en los meses finales de este año y el próximo.

Aseguró que en los últimos dos sexenios nuestro país ha pasado de ser autosuficiente en productos como maíz, sorgo y arroz, a una dependencia absoluta de las importaciones.

“Hasta hace unos 10 años éramos exportadores de soya y ahorita importamos el cien por ciento de lo que consumimos; en trigo, de igual forma, éramos autosuficientes y hoy dependemos del mercado exterior en más del 60 por ciento y otro ejemplo es el arroz, en el que ahora importamos cerca del 60 por ciento de las necesidades del país”.

En cuanto al maíz amarillo, abundó, hace 15 años importábamos un millón de toneladas, sólo para cubrir los faltantes de nuestros requerimientos, pero hoy la situación es preocupante porque el año pasado importamos más de 12 millones de toneladas.

Casi el 100 por ciento de los granos que importa México provienen de Estados Unidos, de esa magnitud es nuestra dependencia alimenticia que se ha convertido en un asunto de seguridad nacional.

Padilla Gutiérrez informó que organismos mundiales como el Banco Mundial y la FAO han alertado a todos los países sobre la creciente crisis alimentaria, además de que han hecho la recomendación de que se deben de invertir mayores recursos para la producción de alimentos, a fin de evitar las hambrunas.

Incluso, agregó, el Grupo de los Ocho está por realizar una cumbre sólo para abordar el problema alimentario, ya que hay la información de que aun y cuando el mundo entero esté inmerso en una crisis económica, de no tomarse las medidas necesarias la falta de alimentos rebasará los umbrales de lo grave, a lo dramático.

“Para revertir la situación en México, es necesario que cada uno de los actores involucrados haga la parte que le corresponde. Los productores, a trabajar; el Congreso, a legislar y aprobar presupuestos, y el Gobierno federal a cumplir con sus obligaciones”, opinó.

No obstante, sostuvo el legislador, a la fecha no se ha hecho nada, o casi nada para reducir el impacto de la crisis alimentaria.

En los últimos años, dijo, los productores, pese a que han cumplido con su parte y el Congreso en esta legislatura aprobara recursos históricos para el campo, el Gobierno federal, a través de la Secretaría de Agricultura, gasta con una lentitud impresionante y con una ausencia de visión para la dirección de los recursos cuando en el Presupuesto de Egresos está muy clara su aplicación.

“Entonces es un problema que radica en el Gobierno fundamentalmente. El Congreso ha salvado el problema legislativo con relación con el campo; hemos modernizado las leyes con el consenso de todos los partidos; aprobado presupuestos muy cuantiosos, históricos para el campo”

El presidente de la Comisión de Agricultura acusó que la Sagarpa no ejerce correctamente los recursos aprobados. Explicó que aunque en el ejercicio de 2008 no hubo grandes subejercicios, tampoco liberó a tiempo el gasto para los programas de apoyo al campo. “La Secretaría está muy lejos del cumplimiento de sus objetivos y obligaciones, porque gasta lento y fuera de tiempo”.

En este sentido, refirió Padilla Gutiérrez, en 2008 la dependencia estuvo a punto de dejar de gastar 5 mil millones de pesos, sin embargo, después de varios acuerdos entre la misma Sagarpa, el Legislativo, la Secretaría de Hacienda y los estados, se lograron consensos para liberar totalmente el dinero.

“Sin embargo, se gastó fuera de tiempo, eran recursos que se debieron haber ejercido en el transcurso del año pasado, pero no se hizo, al grado de que medio año después, apenas se están terminando de hacer las comprobaciones”.

En el presente año, concluyó, esperamos que el proceso electoral no vaya a impactar en el ritmo del gasto, pero eso lo sabremos en la medida que recibamos los reportes de la Cuenta Pública por parte del Ejecutivo y de la Auditoría Superior de la Federación.

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