• El Congreso debe legislar en cuanto a efectos posibles del cambio climático: Comisión de Salud

Diversos estudios señalan que en la última década la temperatura en México aumentó significativamente, lo que ha provocado que enfermedades como dengue, paludismo, cólera, salmonelosis y fiebre tifoidea se propaguen con mayor intensidad, convirtiéndolas en un problema de salud pública.

Ante ello, la Comisión de Salud analiza una iniciativa que reforma y adiciona el artículo 118 de la Ley General del ramo, a fin de evaluar los efectos del cambio climático y la forma en que se le puede hacer frente.

En la iniciativa se explica que para el sector salud revertir los efectos del cambio climático debe ser prioritario, debido a que dañará de manera directa e inmediata la calidad de vida de los ciudadanos.

Aduce que es necesario tomar medidas a fin de garantizar la seguridad sanitaria, asociada al cambio climático, mejorar la capacidad para hacer frente a las amenazas que plantea este problema, potenciar la investigación aplicada, así como vigilar y evaluar acciones destinadas a mitigar los efectos en la salud.

Añade que como resultado del aumento en las temperaturas y los cambios en los patrones de lluvias en el país, el dengue podría presentarse de manera más común por todo el territorio agravando los problemas de transmisión de enfermedades.

Claro ejemplo, subraya, es que en Guadalajara, Tampico, Ciudad Madero, Los Cabos y los estados de Baja California y Sinaloa se han reportado brotes importantes de dengue y paludismo, por lo que las acciones deben ser inmediatas.

En el documento se establece que para el 2010 se espera que la temperatura global promedio tenga un incremento entre 1 y 3.5 grados centígrados en relación a la actual; además, el nivel del mar aumentará entre 15 y 95 centímetros.

Estos cambios provocarán que los países con economías emergentes se encuentren en mayor riesgo, por estar ubicados en regiones más susceptibles y no contar con recursos suficientes.

Por tal motivo, se argumenta en la iniciativa, el Congreso debe impulsar políticas públicas orientadas a preservar la calidad de vida de la ciudadanía, ya que estas ondas de calor también podrían afectar el suministro de agua potable.

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