• Propone la diputada Yolanda Rodríguez modificar la Ley de Cámara Empresariales

Motivadas por la falta de empleo, cada año se crean en México cerca de 200 mil empresas que se suman a las 3.7 millones que ya existen; sin embargo, la mayoría de los nuevos establecimientos no contribuyen de manera mínima al Producto Interno Bruto, ni reúnen las características apropiadas para obtener capital, inversiones a largo plazo o capital de riesgo.

“Son pequeños negocios que no poseen alto valor agregado” y que constantemente están en riesgo de desaparecer, afirmó la diputada Bertha Yolanda Rodríguez Ramírez (PRI), quien propuso modificar la Ley de Cámaras Empresariales y sus Confederaciones, a fin de que la Secretaría de Economía (SE) impulse el crecimiento empresarial y genere oportunidades de empleo para los sectores más vulnerables de la población.

Las medianas y pequeñas empresas, subrayó la legisladora, disponen de un mercado crediticio restringido que expide términos difíciles de cumplir e intereses elevados.

Agregó que enfrentan una demanda reducida por los salarios bajos que se pagan para apoyar la política de estabilización de la economía, así como a un gran número de competidores expulsados del mercado laboral, situación que las conduce a bajos niveles de ventas y de utilidades.

Otro de sus desafíos, asentó, es la rapidez con la que se generan diversos cambios tecnológicos, ya que la innovación es un elemento imprescindible para la competitividad no sólo en las metrópolis sino también en las regiones periféricas. “Tan sólo de 2006 a 2008, el 78 por ciento de las ventas se realizaron por Internet”, destacó.

“Estas condiciones adversas ponen de relieve la urgencia de buscar opciones para aumentar la competitividad de dichas empresas, fortalecerlas y hacerlas bastión del desarrollo, como sucede en otros países”, enfatizó.

Frente al proceso de transformación estructural de las economías del mundo que están inmersas en una profunda crisis, en constante revolución tecnológica y en la conformación de bloques regionales, las unidades productivas requieren cambios técnicos, financieros, laborales, organizacionales y directivos que les permitan sobrevivir, consideró.

“Las empresas mexicanas necesitan urgentemente evolucionar, con la apertura de las fronteras y el rápido establecimiento de empresas extranjeras, es necesario que compitan para llegar a ser más eficientes y proporcionar servicios y productos con calidad y excelencia altamente competitiva”.
Rodríguez Ramírez precisó que la SE deberá crear un programa de crédito dirigido a los afiliados a las cámaras empresariales, con la finalidad de apoyar la realización de nuevos proyectos, adquisición de maquinaria, bienes muebles e inmuebles, nuevas tecnologías o construcción de oficinas y bodegas.

Estos créditos, de aprobarse la iniciativa, serán otorgados sólo si entre el personal contratado hay personas con discapacidad, adultos mayores o indígenas en un porcentaje al menos de diez por ciento y con un año de anterioridad a la solicitud del crédito.

“Es de vital importancia en estos momentos de crisis transformar la cultura empresarial de México en una cultura emprendedora, con mayor potencial de crecimiento económico y un comercio lucrativo en el que también la población se vea beneficiada con oportunidades de empleo y mejores condiciones de vida”.
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