• Cuatro millones de niños padecen algún tipo trastorno: diputada Jiménez Ramos

El aumento de trastornos mentales en infantes y adolescentes hace urgente reformar la Ley General de Salud e incrementar el presupuesto en la materia para infraestructura, difusión, capacitación y atención médica, fueron de las conclusiones centrales del Foro Nacional: Salud Mental para Niñas y Niños.

La diputada María Esther Jiménez Ramos, secretaria de la Comisión Especial Sobre no Discriminación, Nuevos Sujetos y Nuevos Derechos, mencionó que en México aproximadamente cuatro millones de infantes padecen algún tipo de trastorno mental, pero aclaró que esta cifra es una estimación de acuerdo a los parámetros de la Organización Mundial de la Salud.

“Se habla de estimaciones que van del 17 al 20 por ciento; el sector salud maneja más o menos esos datos; tenemos que realizar una encuesta nacional para determinar las dimensiones del problema”.

“Sin embargo, éste es creciente y el presupuesto de salud que se destina para la atención de estas enfermedades no llega al uno por ciento; los especialistas refieren que, por lo menos, se tendría que asignar el 10 por ciento a este tema”.

Destacó que la infraestructura es insuficiente porque aproximadamente sólo 10 institutos público atienden la demanda, por lo que otra de las propuestas de los ponentes fue propiciar el sustento jurídico para la ampliación de los servicios mediante la construcción de hospitales especializados, tanto para la prevención como para la curación de enfermedades mentales.

En tanto, el doctor Ricardo López Méndez, jefe de servicios del Psiquiátrico Infantil, dijo que hay cerca de cien enfermedades mentales que afectan a niños y niñas y que de éstas, los problemas de comportamiento y emocionales son los que destacan.

Señaló que uno de los problemas graves radica en la realización de diagnósticos por personal sin experiencia: “todos meten manos, psicólogos, maestros…y se sienten con autoridad para evaluar; por eso tenemos que homologar criterios del diagnóstico y tratamiento de los niños en materia de salud mental; tenemos que regular esto.

“Es urgente que tengamos un estudio epidemiológico para conocer la problemática y evitar atención inadecuada”, subrayó.

Las enfermedades mentales son factores que pueden desencadenar adicciones y delincuencia, aunque no representan sólo un problema de salud pública, sino pueden degenerar en conflictos sociales.

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