El diputado Francisco Fraile García (PAN), presidente en turno de la Comisión Bicameral de Concordia y Pacificación (Cocopa), señaló que mientras no se resuelvan los problemas de pobreza y desigualdad en Chiapas no se logrará la paz plena.

Durante la presentación del libro Chiapas después de la tormenta, estudios sobre economía, sociedad y política, reconoció que la Cámara de Diputados y el Gobierno federal, independientemente de quién lo encabece, pueden hacer un esfuerzo conjunto para alcanzar la justicia en esa entidad.

La desigualdad es enorme y mientras no se corrija “la paz estará pendiendo de un hilo, porque no está resuelta la pobreza en el estado”.

Se pronunció porque la citada Comisión continúe sus funciones, pugne por más recursos y, sobre todo, coadyuve a focalizarlos en los problemas más urgentes de ese estado, como es el desempleo, pues aproximadamente 30 mil varones “y aproximadamente el mismo número de mujeres, ingresan anualmente a la línea laboral y tenemos que resolverlo con un apoyo desde el Congreso”.

Estas personas, abundó, salen de sus comunidades indígenas y van a los núcleos urbanos para desarrollarse y proyectar una posibilidad de vida, “es un trabajo muy largo que no ha acabado; necesitamos inventiva, ingenio, decisión política en todos los órdenes para ayudar a que estos mexicanos tengan esa dignidad de vivir correctamente”.

Sin embargo, reconoció que no es sólo un asunto de recursos, porque se ha aprobado una gran cantidad de dinero en los últimos años “y no sentimos el avance sustancialmente; algo falla en su aplicación, algo nos está fallando a los políticos en el ejercicio de hacer bien las cosas por los demás”, puntualizó.

Explicó que en Chiapas existen 19 mil comunidades indígenas dispersas, lo que dificulta su atención, porque no se pueden concentrar en grupos humanos más grandes y se tiene el problema de cómo llevarles servicios, crear empleos y proporcionar educación.

Es un trabajo largo, de cultura, cariño y amor permanente en la zona; es recorrer comunidad por comunidad para convencer a sus habitantes de la conveniencia de congregarse en determinados lugares a fin de poder brindarles todos los servicios básicos.

Se pronunció por plantear esa solución para las comunidades sin que pierdan su identidad, lugar y arraigo; buscar la manera de que convivan con los demás indígenas, mestizos y los mexicanos en general, para lograr un avance sustancial.

Indicó que la publicación constituye un punto de referencia y discusión para que los integrantes de la Comisión Bicameral en la próxima Legislatura inicien su análisis desde un punto de vista científico, más de una realidad y pues “Chiapas no está resuelto y hay problemas”.

A su vez, el titular de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), Luis H. Álvarez, advirtió que no se deben aplicar soluciones idénticas en todo el país, puesto que las comunidades indígenas tienen características, condiciones y oportunidades distintas y cada una enfrenta diversas situaciones.

Quienes queramos ir al fondo de la cuestión, apuntó, debemos estar muy conscientes de ello y recorrer todas las comunidades para conocer la importancia del tema, subrayó.

“Los invito a ponernos en el lugar de los indígenas, de los dueños originarios de México para entender su situación; en esta, todavía, naciente democracia, los que profesamos supuestamente diferentes credos en lo político debemos hacer ese esfuerzo”.

Al abordar estos temas, dijo, se debe aceptar que se han negado oportunidades a numerosos compatriotas, pero en forma particular a los indígenas, a los descendientes de los dueños originarios de México.

El libro, auspiciado por la Comisión Bicameral de Concordia y Pacificación, en coordinación con el Gobierno del estado de Chiapas y el Colegio de México, da cuenta de la vinculación entre los cambios económicos de la entidad en los últimos 30 años.

Asimismo, detalla cómo dichos cambios han tenido diferentes efectos en las relaciones entre indígenas y mestizos en los ámbitos laboral, de ingresos, en la migración a las ciudades, en la forma de construir nuevas identidades y comunidades en contextos cambiantes e incluso, en las creencias religiosas.

Se hace una reflexión en torno a las complejas transformaciones en la política por diferentes actores colectivos, como el Ejército Zapatista de Liberación Nacional en las disputas por tierras, derechos y reconocimiento social y político.

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