Luego de referir que “la participación del Estado en la economía ha sido errática por el preocupante estancamiento y la pérdida sistemática de competitividad”, la diputada Cora Pinedo Alonso (Nueva Alianza) se pronunció porque el Banco de México promueva también el crecimiento económico, además de procurar la estabilidad de la moneda nacional.

“Urgen cambios estructurales en el funcionamiento del modelo económico y cambios en el perfil regulatorio de nuestro mercado interno. Actualmente es más importante la estabilidad en indicadores macroeconómicos que el dinamismo y competitividad internacional”, subrayó.

Para ello, la legisladora propuso reformar el artículo 28 de la Constitución, a fin de que el banco central sea un organismo autónomo en funciones y administración.

Su objetivo, especificó, será promover crecimiento económico y procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional, así como fortalecer la rectoría del Estado en el desarrollo nacional.

Dijo que el Estado, en cualquier parte del mundo, tiene que garantizar estabilidad y crecimiento económico e incentivar la inversión, empleo, ingreso, consumo, ahorro y competitividad.

Para alcanzar el desarrollo es necesario que los objetivos económicos del Estado sean la asignación de recursos, su distribución, estabilidad y vigilancia de la sustentabilidad ambiental, argumentó en la exposición de motivos de la iniciativa que se analiza en la Comisión de Puntos Constitucionales.

“En materia económica se ha transitado de un Estado excesivamente patrimonialista a uno mínimo, condicionado y limitado por serias restricciones fiscales, monetarias y financieras.

“No compartimos ninguno de estos dos extremos, ni el patrimonialista, por su ineficiencia observada en los años sesenta y setenta, ni el aparente Estado mínimo de los noventa, que deja todo a una aparente eficiente asignación de recursos por parte del mercado”, expuso.

Su participación en la economía mexicana, enfatizó, debe garantizar el respeto a los derechos de propiedad, a fin de detonar crecimiento económico, equidad, viabilidad fiscal y financiera de la economía.
Es necesaria la intervención oportuna y eficiente del Estado en la economía, pero con una política monetaria instrumentada responsablemente por el Banco de México que posibilite el control monetario, sin perder la vista el crecimiento del mercado interno, el empleo, el ingreso y el bienestar social.

“Está obligado a alcanzar y sostener el crecimiento económico real y debe verlo como una consecuencia de la evolución estable de los fundamentales macroeconómicos”, reiteró.
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