La Segunda Comisión de Trabajo de la Permanente (Relaciones Exteriores, Defensa Nacional y Educación Pública) analiza un punto de acuerdo presentado por el grupo parlamentario del PRI por el que se solicita al titular de la SEP, Alonso Lujambio Irazábal, que emita un programa enfocado a contener la “fuga de cerebros”.

En el documento, se exhorta a la dependencia a que impulse, como una prioridad nacional, políticas más realistas y efectivas de desarrollo, empleo y aprovechamiento del capital humano del país, con una visión de Estado, en especial de quienes alcanzan niveles universitarios y de postgrado.

Refiere que de acuerdo con el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, los porcentajes de jóvenes con estudios muestran “la descapitalización educativa de México a causa de la migración internacional, en la búsqueda de mejores ingresos laborales”.

En este sentido, menciona que se tiene registro de que en Estados Unidos radican 811 mil mexicanos que cursaron algún ciclo universitario.

De éstos, 278 mil connacionales establecidos en dicho país tienen un título equivalente a profesional asociado o técnico superior universitario; 442 mil con licenciatura y alrededor de 110 mil con estudios de maestría o doctorado.

Se destaca que mientras en Estados Unidos existe un investigador por cada 10 mil habitantes, en México, menos del 0.5 por ciento de la población alcanza el nivel de posgrado y muchos de ellos salen del país o no regresan.

El acuerdo agrega que con base en las estadísticas del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, la mayoría de los estudiantes de postgrado se concentran en el área de ciencias sociales y humanidades, destacando su ausencia en los tópicos de tecnología. “Esto puede ser un primer acercamiento a descifrar el rezago tecnológico de México”.

Por todo lo anterior, menciona el punto de acuerdo, se considera urgente la realización de políticas que busquen enfrentar el reto de la movilidad calificada, llamada también “fuga de cerebros”, y que no sólo se vea como una pérdida definitiva de talentos, sino que se busquen campos de oportunidad para nuestro país.

“Es de gran importancia reconocer que la educación y la ciencia son la clave del desarrollo, por lo que resulta sumamente grave la descapitalización humana e intelectual que vive México por la llamada fuga de cerebros, atizada, incluso, por las naciones más adelantadas”, concluye.

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