El vicepresidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Francisco Salazar Sáenz, advirtió que “si no hacemos de nuestra historia un lugar de encuentro y no de división; si no entendemos lo que fueron nuestros antepasado con su diferencias, aciertos y errores y asumirlos como la raíz de lo que hoy somos”, nuestra cultura corre el riesgo de desaparecer con la globalización.

En la inauguración de la exposición Banderas y estandartes de México, agregó: “Si no aprendemos a conocernos, valorarnos y defendernos; si no somos el producto de nuestras raíces e historia no seremos más un país diferente, admirado y querido”.

Dijo que es responsabilidad de los legisladores preservar, defender e impulsar la enseñanza histórica.

Por su parte, el director del Museo Nacional de Historia Castillo de Chapultepec, Salvador Rueda Smithers, advirtió que es posible que la ausencia de la educación cívica se manifieste en el aumento de conductas ilegales y en el “ensanchamiento de comportamientos delictivos en las orillas del orden social”.

“Me atrevo a decir que ahora la enseñanza del civismo se reduce a informar sobre derechos y obligaciones de los individuos y del papel abstracto de los símbolos patrios, pero se ha olvidado de inculcar valores sustanciales para la convivencia en sociedad como el respeto a derecho ajeno, así como el amor y la pasión en torno a los emblemas de la identidad mexicana”, expresó.

En el evento, organizado por la Comisión de Cultura, que preside la diputada Kenia López Rabadán, el funcionario agregó: “Hoy podemos ensayar las formas del regreso al civismo y hacerlo no como información básica para delinear el perfil ciudadano sino para ser, como decía Benito Juárez, buen ciudadano”.

Ése es el reto del 2010, “hacer oídos sordos a las palabras necias de némesis y final de los tiempos que no tienen más fundamento que la coincidencia de efemérides. No podemos pecar de ingenuos a este respecto, nunca ha habido soluciones definitivas en la historia, los problemas siempre han existido y cada generación resuelve a su manera los que les toca vivir”, señaló.

Los homenajes cotidianos a la Bandera nacional, la práctica convencida de usar bien y con solemnidad los símbolos patrios son “siembra de buena semilla”, agregó.

En tanto, la diputada Kenia López Rabadán dijo que desde hace 70 años conmemoramos este día para reconocer este símbolo patrio. La diversidad, agregó, de pueblos y comunidades son componentes de la nación mexicana donde se reconoce la pluralidad que nos caracteriza, nos da sentido de pertenencia y nos une como país.

Refirió que el programa de actividades de la Comisión para el 2010 tiene el objetivo de enlazar un día trascendente con una disciplina de las bellas artes, por ello, en este día se enfatiza la ceremonia cívica del 24 de febrero con dos puestas teatrales en la Cámara de Diputados.

Al respecto, la historia muestra que los símbolos artísticos fueron transmisores más eficaces, incluso que los enviados en los mensajes políticos durante los desencuentros sociales que decidieron la historia de nuestro país, consideró.
El diputado, Jorge Carlos Ramírez Marín (PRI) recordó que “la Bandera ha estado presente desde que decidimos ser un pueblo libre y darnos instituciones”. La insignia nacional, agregó, les dice a servidores públicos que gobiernan para la patria.

El diputado Roberto Gil Zuarth (PAN) dijo que la patria se construye con acuerdos, unidad y trabajo conjunto, que es lo que dio origen a la nación.

Previamente, las diputadas María Teresa Rosaura Ochoa Mejía, secretaria de la Mesa Directiva, y Kenia López Rabadán, presidenta de la Comisión de Cultura, encabezaron la ceremonia cívica de izamiento de la Bandera en la Plaza Legislativa de San Lázaro.
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