El presidente del Centro de Estudios de Derecho e Investigaciones Parlamentarias de la Cámara de Diputados, Omar Fayad Meneses (PRI), señaló que nuestra Constitución Política se encuentra sumamente trastocada por las más de 500 modificaciones, lo que hace necesario debatir la conveniencia o no de un nuevo orden constitucional en el marco de la Reforma Política.

“Para la construcción de la Reforma Política nos hemos tardado en decidirnos si lo que realmente necesitamos es seguir reformando la Constitución o requerimos una nueva. Hemos perdido la cuenta de cuántas reformas se le han hecho y no importan tres más o cien menos, de cualquier forma la Carta Magna está absolutamente trastocada”, subrayó.

El legislador dijo no estar en contra de esas modificaciones, toda vez que el derecho es dinámico y por tanto la Constitución es parte de ese dinamismo.

“Pero quizá los mexicanos podríamos estar discutiendo la conveniencia o no de un nuevo orden constitucional. He escuchado a muchos académicos y legisladores manifestarse por una nueva Constitución, de ser así, debiera realmente someterse a una revisión total y no únicamente para hacerle enmiendas o parches”, dijo.

Durante la presentación del libro: “Sistemas Constitucionales y Políticos Contemporáneos”, de Armando Soto Flores, el diputado Fayad Meneses consideró que en el marco de los festejos del Centenario y Bicentenario debería ponerse en la mesa de debate este tema.

Expresó que está de moda la Reforma Política, tema que, dijo, debiera ocuparnos todo el tiempo y no sólo de manera coyuntural, porque constituye la filigrana para dar cuerpo a las reformas estructurales que requiere el país.

El legislador habló también de las iniciativas que a título personal ha presentado ante el Pleno. Una de ellas, dijo, para otorgar al Servicio de Administración Tributaria su autonomía.
“Hacerlo un órgano autónomo, que sea propiamente del Estado y no del gobierno; quitarle la etiqueta de caja de recursos, trasparentarla; sacar del vaivén político y de los partidos el tema de los impuestos”.

Asimismo, hizo alusión a la propuesta que presentó el pasado jueves ante el Pleno, respecto de la revocación del mandato del Presidente de la República.

Explicó que éste es el único sujeto electo popularmente que no tiene ninguna alusión dentro de la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos.

“A pesar de que en el capítulo 4º de la Constitución se intenta construir alguna responsabilidad, sigue habiendo un gran faltante. El Presidente no es sujeto de ninguna responsabilidad, ni de juicio político ni penal; es inimputable, no tiene responsabilidad administrativa y mucho menos civil, a pesar de que maneja los recursos de la nación y al país mismo”.

No es conveniente, abundó, que siga existiendo un sistema constitucional que no contemple un control para el Presidente de la República, “además de que es una inequidad, porque los responsables de los demás Poderes no gozan exactamente de la misma circunstancia”.

El diputado Omar Fayad anunció que en los próximos días presentará otras propuestas encaminadas a ampliar el periodo de gobierno de los presidentes municipales, así como el de los legisladores. Asimismo, eliminar la elección intermedia, esto es, que sea cada seis años para los cargos de diputados federales y cada tres renovar al 50 por ciento de los plurinominales por la vía de la lista de partidos.
Sobre el libro, precisó que analiza los sistemas políticos y constituciones de países como Alemania, Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Canadá y China. “Puede servir como referencia comparativa y de gran utilidad para la construcción de la reforma política en México”.

Por su parte, Armando Soto Flores, autor del libro, remarcó la necesidad de lograr una verdadera reforma política-electoral para “no repetir el mismo error del 2006. Hace falta establecer nuevos mecanismos y novedosos sistemas para la elección de nuestros representantes, toda vez que la sociedad ya no ve con buenos ojos el monopolio electoral que ejercen los partidos”.

Del mismo modo, se manifestó por una reforma económica que nos permita un desarrollo social sustentable, que brinde mayor igualdad social, cultural y política.

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