•58 por ciento del mercado del vestido se abastece en canales ilegales
•Ante esto, el sector formal está en retirada

La política aduanal en general y el funcionamiento de las aduanas en particular no han cumplido las nuevas necesidades del país y del sector importador-exportador. Fenómenos que se habían mantenido en un nivel controlable se han convertido en los últimos 20 años en problemas graves para la economía y la seguridad nacionales: el tráfico ilegal de mercancías, de armas y de sustancias ilícitas.

Estas actividades han puesto de manifiesto la porosidad y permisividad con que operan las aduanas del país, que terminan por profundizar la crisis, afectando la economía formal y el empleo de miles de mexicanos, así como la seguridad nacional, responsabilidad del Estado, enfatiza.

Así lo señala en su programa de trabajo la Comisión Especial Encargada de Estudiar, Analizar, Evaluar y Supervisar el Funcionamiento de las Aduanas, Puertos y Aeropuertos Nacionales en Relación con la Entrada de Mercancía Ilegal, y el Tráfico y Contrabando de Armas, Estupefacientes y Sustancias Adictivas.

Prueba de lo anterior, añade, es que según el Programa para la Competitividad de la Cadena Fibras-Textil-Vestido, 58 por ciento del mercado de prendas de vestir es abastecido por canales ilegales (contrabando, robos y productos confeccionados en México sin el pago de impuestos), mientras que la producción nacional sólo suministra 20 por ciento.

El Estado social, con sus normas de protección del trabajo, está en retirada y el sector informal, promovido por el tráfico ilícito de mercancías, avanza a pasos agigantados en el país. Recientemente, el Inegi reconoció que la economía informal representa 30 por ciento de la actividad económica del país.

El programa de la Comisión refiere que en cuanto al consumo de sustancias ilegales, según la Encuesta Nacional de Adicciones: los consumidores de drogas aumentaron 60 por ciento entre 2002 y 2008. El consumo de mariguana para el mismo periodo creció en 70 por ciento, y de cocaína fue mayor, 100 por ciento. Si bien es cierto que el consumo de crack y de metaanfetaminas es aún marginal en el total de drogas ilegales, ascendió en 600 por ciento: son las drogas con crecimiento más dinámico.

Lo anterior es resultado de una mayor disponibilidad de drogas entre la población: 1 de cada 4 hombres de entre 12 y 25 años ha tenido la oportunidad, ya sea por obsequio o venta, de consumir drogas, y 1 de cada 3, de entre 26 y 34 años. El consumo entre mujeres ha crecido de manera importante, sobre todo entre las de 12-25 años.

“Mientras que el tráfico de armas se ha expresado como una privatización parcial del monopolio de la violencia que pertenece al Estado, donde se atraviesan los límites de la criminalidad, mediante la corrupción. En 2006 y 2007, las aduanas decomisaron sólo 2 por ciento de las arma ilegales que ingresaron en el país”, subraya.

Se estima que por minuto ingresa un arma de manera ilegal a México. Según la Procuraduría General de la República, el tráfico de armas es el segundo problema de seguridad nacional. Ese problema aviva la violencia de la delincuencia organizada, que ha dejado más de 7 mil muertos desde inicios de 2008.

Concluye que la informalización alimentada por la porosidad y permisividad de las aduanas deviene inseguridad. La responsabilidad, la confianza, la seguridad ya no están formalmente garantizadas.

Por ello, la Comisión tiene programadas realizar reuniones con funcionarios del gobierno federal, de aduanas, del SAT y de la Dirección General de Aduanas, así como representantes de cámaras, asociaciones o agrupaciones ligadas al funcionamiento de las aduanas.

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