La Comisión de Energía, que preside el diputado Felipe de Jesús Cantú Rodríguez (PAN), aprobó el dictamen a la minuta con proyecto de decreto por el que se ratifica la Estrategia Nacional de Energía (ENE).

En el documento se subraya que la ENE debe precisar con claridad y amplitud por qué el interés nacional respecto de Pemex se refleja en los ejes rectores, los objetivos y acciones que contiene dicha estrategia.

Asimismo, se señala que debe incorporarse una reflexión en torno a la noción de soberanía energética en un sentido que va más allá de la seguridad energética, es decir, la ENE tiene que pronunciarse respecto al modo en que se garantizará que el país mantenga el poder de decisión sobre los energéticos que son propiedad de la nación.

Como lo establecen los senadores, es necesario que la ENE incluya un cuarto Eje Rector con el fin de establecer los objetivos históricos y sociales del sector energético y manifestar que éste debe reconocerse como palanca del desarrollo nacional.

Es decir, la ENE tiene que desarrollar una visión del contexto nacional, de tal manera que ubique al sector energético como palanca del desarrollo, a la vez que establezca con toda precisión las responsabilidades sociales que deben observarse en una sociedad como la mexicana marcada por una profunda desigualdad, una pobreza que no disminuye y una economía que continuamente se estanca y no crece en la medida que se requiere, se enfatiza.

Se destaca que la seguridad energética no puede plantearse sin referirse a la sustentabilidad ambiental. “Es cierto que se tiene que proyectar a mediano y lago plazo la manera en que se garantizará que el país satisfaga su necesidad de energía, pero ese objetivo energético no puede desligarse de la necesidad de impulsar una transición energética que impulse seriamente otras fuentes de energía, a la vez que se garantice permanentemente la sustentabilidad de estos procesos”.

Por ello, se añade, la ENE debe establecer con precisión cuáles son los objetivos y metas para realizar una transición energética que contemple la utilización sostenida y creciente de otras fuentes de energía, como la solar, eólica, geotérmica y minihidráulica.

Asimismo, la ENE debe establecer con la mayor precisión cuál va a ser el origen de los montos de recursos financieros necesarios para realizar los objetivos trazados y especificar si deben provenir siempre de fuentes establecidas en la Constitución y otras leyes, o si es necesario habilitar en términos legales otras fuentes de financiamiento, garantizando en todo caso la seguridad energética y la propiedad de la nación sobre los recursos naturales.

De igual forma, plantea que en el tema de transparencia y rendición de cuentas es ineludible en la definición de la ENE. “La utilización eficaz y honrada de los recursos financieros es una exigencia poderosa de parte de la sociedad; esto no solamente tiene que ver con la aplicación justificada, regular y comprobada de los recursos, sino que también se refiere a un correcto desempeño que garantice que los objetivos y metas de las políticas públicas se cumplan cabalmente”.

En este sentido, la ENE tiene que contemplar un compromiso claro en materia de transparencia y rendición de cuentas, “de manera que no se repitan casos similares al de Chicontepec, donde se han invertido más de 600 mil millones de pesos y hasta la fecha no se ha obtenido el resultado esperado”, se enfatiza.

En el documento se requiere al Ejecutivo Federal que, a través de la Secretaría de Energía (Sener) y del Consejo Nacional de Energía, tome en cuenta todas y cada una de las observaciones expresadas por los legisladores en el dictamen, a fin de que se lleven a cabo las precisiones, ampliaciones y correcciones pertinentes en la Estrategia Nacional de Energía.

Asimismo, se solicita al Ejecutivo Federal, a través de la Sener, para que en toda publicación y difusión que realice de la Estrategia Nacional de Energía se anexen las observaciones que haya formulado el Congreso de la Unión sobre la misma.

También se solicita que en un plazo de 90 días el Ejecutivo Federal emita a esta soberanía la Estrategia Nacional de Energía modificada, dando atención a las observaciones a que se refiere el artículo anterior y las mismas sean consideradas en la Estrategia Nacional de Energía de 2011

En las consideraciones de la Comisión, se indica que no se aclara la ruta de inversión y producción de combustibles y solicita que se expongan en el plan de inversiones, financiamiento, producción por tipos de combustibles y plantas.

Por lo que hace al crecimiento del sector eléctrico se solicita precisar cómo se prevé la inversión, producción y uso de plataformas tecnológicas a lo largo del tiempo.

Puntualiza que es necesario aclarar cómo se va a utilizar la capacidad instalada de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y definir, año por año, cómo se utilizarán sus plantas hidroeléctricas y termoeléctricas contra las plantas privadas: “Demostrar que no se ha dejado ni se dejará, en los próximos 15 años, en desuso la capacidad estatal, para comprar energía a las privadas”.

Por lo que hace a bioenergéticos, plantea que la Sener debe establecer de manera precisa los porcentajes de biocombustibles en la producción de combustibles para el mediano y largo plazo.

Para los integrantes de la Comisión, la Estrategia requiere en diversos aspectos de profundidad y precisión, muchos de los cuales, dijo, el Senado señaló de manera adecuada. De este modo, consideró que las observaciones de la Cámara de Senadores son pertinentes.

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