Para finales de 2010 habrá en México 10 millones de personas en pobreza alimentaria, por lo que es necesario que se articulen estrategias públicas, las cuales permitan solucionar dicha problemática, señaló el secretario de la Comisión de Hacienda y Crédito Público, diputado Armando Ríos Piter (PRD).

Al participar en el foro “Análisis del Desarrollo de Microrregiones”, indicó que Guerrero, Oaxaca y Chiapas ocupan los primeros lugares de pobreza en el país “no desde hace un año sino desde hace varias décadas”.

Destacó que actualmente existen entre 5 y 6 millones de nuevos pobres en condiciones alimentarias, pero la previsión para 2010, considerando el impacto de la crisis de 2008 y 2009 dará otros cuatro, “pero al final de día se contará con diez millones de nuevos pobres”.

La gente que vive en el medio rural de Guerrero, Oaxaca y Chiapas, refirió, tienen poco acceso a las microfinanzas; no existe una buena producción de milpa; tienen escaso nivel tecnológico; son altamente vulnerables de choques de todo tipo como de salud, es decir cuentan con una alta fragilidad.

Dijo que el Estado en localidades que tienen menores de 500 habitantes, lo único que tiene para atenderlas, es el Programa de Oportunidades. “Más allá y fuera de ese programa, es difícil encontrar políticas públicas y estrategias que estén articuladas atendiendo estas localidades”.

Ríos Piter resaltó que desde 2006 ese programa es la única estrategia que tiene el gobierno federal, pero su gran problema radica en la gran inestabilidad.

De lo contrario, abundó, “no tendríamos diez millones de nuevos pobres si no hubiéramos tenido choques externos como el incremento en los precios de los alimentos entre 2006 y 2007, y eventualmente la crisis de 2009: es un modelo extremadamente vulnerable en todos los sentidos”.

Se manifestó por fortalecer las capacidades técnicas y sociales de las comunidades; consolidar esquemas comerciales por tipo territorial; atender la degradación de suelo, agua y bosque, así como realinear el presupuesto para que tenga un enfoque compartido a nivel de estrategia de atención a la pobreza.

En su oportunidad, la secretaria de la Comisión de Economía, diputada Narcedalia Ramírez Pineda (PRI) afirmó que sin educación y formación de capital humano no se lograría avanzar en el desarrollo regional, “los miembros de las comunidades deben ser los protagonistas reales y actores de su transformación y progreso”.

“La responsabilidad constitucional del Estado es atender a esta población, pero nosotros como sociedad también tenemos la obligación moral y ética para no ser indiferentes ante ello”.

Dijo que las comunidades deben contar con brigadas médicas, talleres informativos de salud, nutricionales, de vivienda rural, estufas, baños ecológicos y proyectos que vayan conformando la participación de los miembros de la comunidad.

“La polarización entre las regiones y los grupos sociales es tal que hay políticas diferenciadas para referirnos a los distintos rostros de México. La lucha contra la pobreza sólo se puede ganar movilizando el esfuerzo de los pueblos”, abundó.

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