• Desconfianza en la autoridad, usos y costumbres limitan cultura registral: Ramírez Marín

En el foro “El derecho a la identidad en México: situación actual, retos y desafíos”, diputados, representantes del Ejecutivo federal y organizaciones destacaron la importancia de crear conciencia sobre el registro de nacimientos y hacerlo un trámite universal, obligatorio, permanente y de bajo o nulo costo.

El diputado Arturo Zamora Jiménez (PRI) dijo que el Congreso de la Unión buscará socializar y promover con las legislaturas locales la necesidad de tomar acciones que permitan abatir el subregistro y la homologación de la legislación estatal en materia de registro civil.

Con especial énfasis, dijo, en la eliminación de tarifas de registro, así como la interconexión entre oficialías del Registro Civil y la Secretaría de Gobernación a fin de fortalecer la capacidad gubernamental de emitir actas de nacimiento de manera oportuna.

Se busca, precisó, analizar la conformación del Registro Nacional de Población como una política pública de Estado necesaria e impostergable para garantizar el derecho a la identidad.

“Nos comprometemos a promover el reconocimiento en el artículo 4 de la Carta Magna del derecho a la identidad, para que toda persona la tenga y adquiera el derecho al registro de nacimiento universal, gratuito y oportuno”.

Al inaugurar el foro, el diputado Jorge Carlos Ramírez Marín (PRI) dijo que según cifras del Unicef el 41 por ciento de los niños menores de 5 años de edad no están registrados, es decir, que no existen legalmente y no están en condición de gozar de los derechos.

Mencionó que en México el problema no es menor, al contrario, todavía usos, costumbres y una desconfianza a la autoridad hace que la costumbre registral no se establezca de manera absoluta.

“Por lo caprichoso que pueda ser un nombre o por lo folklórico que los padres decidan nombrar a sus hijos, nos importa esa certeza jurídica de que alguien en plena disposición pueda gozar todas las garantías y todos los derechos políticos que consagra la Constitución”.

El subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Poiré Romero, dijo que la falta de reconocimiento de la identidad puede implicar que una persona no cuente con constancia legal de su existencia dificultando el pleno ejercicio de sus derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, por lo que la ausencia de este documento se convierte también en un camino hacia la informalidad.

Puntualizó que es responsabilidad del gobierno garantizar a la población su derecho a la identidad, por lo que es necesario reconocer que México requiere un sistema de coordinación interinstitucional que favoreciendo la eficiencia permita la corresponsabilidad de todos los poderes en los tres niveles de gobierno.

La Secretaría de Gobernación, añadió, en coordinación con la UNAM y UNICEF impulsan una encuesta sobre el subregistro y el registro tardío de nacimientos en México, para el segundo semestre de 2010, y cuyo fin será diseñar campañas de registro eficiente y de información sobre los derechos de recién nacidos en poblaciones rurales.

Es indispensable, subrayó, asumir el compromiso desde el Estado de garantizar a las personas un mecanismo de identidad ante tercero, un dispositivo de identificación para el ejercicio de todos sus derechos y el disfrute de todas sus garantías, toda vez que se tienen más de 103 millones de actas de nacimiento certificadas.

Más adelante, la presidenta de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables, diputada Yolanda De la Torre Valdez subrayó que las cifras sobre la cantidad de niños que por diversas razones no llevan los apellidos de sus padres o familia de origen, “es verdaderamente alarmante”.

Puntualizó que en México hay más de un millón y medio de niños y niñas que carecen de acta de nacimiento, es decir, “están en la nada jurídica y son susceptibles de todas las atrocidades que nuestra mente pueda imaginar”.

Cada día, agregó, es más frecuente enfrentarse a pequeños en situación irregular, es decir a menores a quienes sus derechos más esenciales le son permanentemente violados, lo que hace necesario apuntar a una serie de recomendaciones a fin de impedir que esta situación se mantenga y revertir la tendencia hasta lograr que la protección de los infantes sea una realidad.

“Desde la Cámara de Diputados necesitamos generar un piso básico que obligue a los estados a garantizar el derecho de los niños a una identidad”, agregó.

A su vez, el representante de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en México, Óscar Maurtúa de Romaña expresó que alrededor del 18 por ciento de los niños menores de 5 años en América Latina y el Caribe no han sido registrados, provocando la marginación social, educativa y de salud.

Ante ese panorama, resaltó que uno de los objetivos de la OEA es que para el año 2015, se cree el Registro Civil Universal en el mundo; que todos los ciudadanos de los estados miembros estén registrados y cuenten con la identidad correspondiente, así como aumentar la conciencia sobre la necesidad de hacer efectiva la identidad a millones de personas teniendo en cuenta los grupos vulnerables y la diversidad.

De la Secretaría de Relaciones Exteriores, el director general de Servicios Consulares, Carlos Giralt Cabrales sostuvo que la problemática es de urgente resolución, por lo que se deben generar esfuerzos conjuntos para encontrar la manera de atender a los niños, y hacer del registro de nacimientos, un trámite accesible, eficiente y rápido.

Respecto a los servicios de documentación que hace la Secretaría, recordó que en 2004 se registraron 18 mil 400 niños y, en 2009, la cifra alcanzó los 50 mil 270 menores mexicanos nacidos en los Estados Unidos. “Los consulados tenemos un fuerte compromiso de atención con la comunidad y que en materia del Registro Civil seguiremos redoblando esfuerzos”.

Victoria Adato Green, coordinadora del Programa sobre Asuntos de la Mujer, la Niñez y la Familia de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), resaltó que una de las causas que llevan a las familias de mexicanos que tienen hijos y de escaso desarrollo cultural a no tener el acta de nacimiento, es la extrema pobreza y miseria, pues en muchas ocasiones dicho documento o proceso tiene un costo que es muy difícil cubrir por las personas que se encuentran en dicha situación.

Se congratuló con que se esté modernizando el Registro Civil, y dijo que se está realizando una campaña en el país, en donde se invita a los padres de familia a registrar a sus hijos y para que las haciendas públicas hagan dicho trámite gratuito.

El diputado Salvador Caro Cabrera (PRI) propuso la implementación de mesas de documentación, en los estados a efecto darle seguimiento al subregistro de nacimiento, así como los errores que pueden existir en las actas, toda vez que el trámite en ocasiones se hace caro.

A su vez, el director general del Registro Nacional de Población e Identificación Personal (RENAPO), Manuel López Bernal, mencionó que el Programa de Modernización de los Registros Civiles, se dio con el propósito de coadyuvar a elevar la calidad en la prestación de los servicios registrales que proporcionan a la sociedad en su conjunto.

De igual modo, contar con la información más confiable, ágil, homogénea y oportuna que permita certificar fehacientemente la identidad de las personas que soliciten su inscripción en el Registro Nacional de Ciudadanos.

Karen Mercado Asencio, presidenta de la ONG, “BE FOUNDATION DERECHO A LA IDENTIDAD, A.C”, precisó que la identidad afecta directamente a más de diez millones de personas en México, en su mayoría niñas y mujeres, y que por no contar con un acta de nacimiento o registro, “simplemente no existen para el Estado mexicano”.

Por el UNICEF, Javier Álvarez se manifestó por consolidar un registro de nacimiento universal que sea oportuno y gratuito, y dijo que la importancia del Registro Civil va más allá de cuestiones individuales pues ayuda a planificar una política pública sobre la infancia.

La directora Nacional de “SAVE THE CHILDREN MÉXICO”, María Josefina Menéndez Carbajal expuso que la carencia del registro de los niños y niñas no permite contar con información específica de su vida, implica una ausencia de su contribución productiva y activa, y se elimina su identidad a no poder participar de los otros derechos que debe proveer el Estado.

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