El presidente de la Comisión de Educación Pública y Servicios Educativos, diputado José Trinidad Padilla López, señaló que es necesario que las autoridades educativas pongan especial atención a fenómenos sociales que se suscitan en lo planteles escolares, como lo es el caso del “bullying”, el cual, dijo, es un reflejo de la descomposición social.

Mencionó que estas conductas de hostigamiento empiezan a ser tomadas por los alumnos como normales y, en algunos casos, lúdicas, llegando incluso a sentir placer por golpear compañeros o mofarse de ellos hasta el grado de humillarlos al subir los videos a internet.

“Creo que esto es algo en que las autoridades educativas deberían poner mucha atención y más que las autoridades educativas, los profesores y los orientadores, que son las personas que interactúan todo los días con los muchachos”.

Consideró que este tipo de hechos es una muestra de la descomposición de la convivencia social, por lo cual debe ser objeto de atención por parte de las autoridades en muchos ámbitos, no solamente educativas.

Afirmó que podría ser contraproducente el prohibir el acceso de menores a tecnologías, buscando contener este tipo de fenómenos.

“Sería como querer detener un incendio apuntando la manguera a la cresta de las llamas, en una sociedad globalizada es prácticamente imposible impedir que la gente tenga acceso a esas tecnologías”.
Subrayó que es necesario reforzar la educación en el seno de la familia y regresar a la enseñanza de los valores cívicos esenciales, así como el respeto a la convivencia y a la tolerancia.

Reconoció que es difícil para el sistema escolar quitar vicios de conducta arraigados desde el ámbito familiar, por lo que dijo que hay que poner énfasis a la prevención de estas conductas desde el hogar.

“Los niños duran cuando mucho ocho horas en algunas escuelas, pero el grueso del tiempo conviven con su familia, conviven con sus amigos, están en la calle, pueden ir a cibercafés, entonces no es la solución prohibir cualquier tipo de tecnología, son solo un medio nada más, el problema de fondo es la conducta moral de estos muchachos y hay que empezar a atacarla desde el principio”.

Expresó que se debe hacer un fuerte llamado de atención a los padres que tienen hijos que cometen este tipo de conductas y aplicarles correctivos, sin que esto implique golpearlos o reprimirlos.

“Si los padres no lo hacen, que no se extrañen después que van a tener adolecentes que van a tener que sacarlos a cada rato de la correccional o muchachos que a la hora de la hora cometieron alguna tropelía o que por desgracia se les pierden de control y aparecen por ahí por que andaban consumiendo drogas o inclusive encontrar la muerte”.

Mencionó que es necesario legislar para generar un marco normativo que permita procesos educativos en los cuales los sistemas escolarizados formales y los sistemas educativos no escolarizados, como la familia, se involucren en la educación de los valores ciudadanos.

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