La Comisión de Desarrollo Rural, que preside el diputado Javier Bernardo Usabiaga Arroyo, presentó el documento El Nuevo PROCAMPO, donde se afirma que el 60 por ciento del apoyo de este programa se concentra en 30 por ciento de los beneficiarios, porque implícitamente ampara a quien tiene más tierra.

Señala que los programas de apoyo de la SAGARPA generan efectos regresivos sobre la distribución del ingreso, ya que se concentran en los productores más grandes y con orientación comercial.

En este sentido, refiere que sólo el 47 por ciento del recurso se utiliza para actividades o la adquisición de bienes relacionados con la producción, el resto se utiliza para gastos no relacionados con la producción.

El documento establece segmentar el Padrón de Apoyos y Servicios a la Comercialización Agropecuaria (ASERCA) a fin de determinar criterios de elegibilidad, en los siguientes estratos: los productores de menos de 5 hectáreas: de temporal, por estado o por zona geográfica; productores de 5 hasta 30 hectáreas; productores de más de 30 hectáreas.

Con ello se busca convertir al Centro de Atención al Desarrollo Rural (CADER), en el eje de desarrollo de los campesinos de menos de 5 hectáreas y desde ahí impulsar sus capacidades y por tanto su rendimiento, así como cruzar los padrones con otros programas asistenciales, que sería el caso de Oportunidades.

Asimismo, establece la integración a una Unidad Productiva, entendida como asociación constituida para la producción agrícola primaria, para compactar la oferta y la demanda, que motive la productividad, a la par de formalizar su actividad, incentivar el cumplimiento de sus obligaciones fiscales y propiciar el empoderamiento de las decisiones de compra y venta y defensa de sus cosechas.

Para los productores de más de 30 hectáreas se pretende que ya no reciban recursos del PROCAMPO, sino que a través del diseño de programas se incentive la productividad, competitividad, inclusión a los mercados y la eficiencia en costo por tonelada, manteniendo el apoyo a la Unidad Productiva, separándola de la identidad singular del productor; se daría preferencia a los programas de capitalización hacia las unidades productivas.

Usabiaga Arroyo manifestó que se debe poner énfasis en la aplicación de candados para que se evite la corrupción y dijo que la dispersión y la falta de la integración de una unidad productiva permiten la acumulación de subsidios. “He sostenido que la mejor forma de evitar la corrupción es a través de la formalización de los negocios”, comentó.

El diputado Emiliano Velázquez Esquivel (PRD) expresó que se debe examinar la transparencia de los programas para el campo, a fin de aclarar aspectos como la reglamentación y la distribución de los recursos.

“Se le debe dar mayor importancia a la actividad productiva, el PROCAMPO debe mantenerse orientado hacia el apoyo de los productos estratégicos de este país, a fin de garantizar la soberanía alimentaria”.

El diputado Francisco Alberto Jiménez Merino (PRI) dijo que a los pequeños productores se les debe apoyar para el abasto alimentario de sus familias; a los productores de excedentes se les debe apoyar en el fortalecimiento de la cadena productiva. “Los programas deben apoyar primero el autoabasto alimentario”, advirtió.

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