El presidente de la Comisión de Seguridad Pública, diputado José Luis Ovando Patrón, señaló que los cuatro estados con mayores muertes violentas son los de la franja fronteriza lo cual “tiene mucho que ver la vencidad con Estados Unidos que es el mayor consumidor de droga en todo el mundo”.

Al participar en el seminario “Dilemas de la seguridad y el desarrollo en las fronteras de Chihuahua-Texas y Sonora-Arizona”, el legislador agregó que mientras Estados Unidos no genere políticas públicas para el problema de consumo y el tráfico de armas, será muy difícil avanzar en un intercambio binacional que resulte exitoso para ambos países.

“México no puede hacer su revisión de manera aislada como país sin considerar aquellas naciones que cultivan la droga, que comercializan y aquellos que la consumen, por lo tanto el narcotráfico debe ser visualizado como un problema hemisférico”, enfatizó.

“Si no nos sentamos todos los países involucrados en el tema no vamos a tener avances y lograr acciones exitosas, porque el narcotráfico es un negocio muy rentable, ya que un kilogramo de cocaína ubicado en EU genera una ganancia de 95 mil dólares, mientras que su producción en el país de origen sólo es de 2 mil”, puntualizó.

En el evento organizado por la Comisión de Cultura, el diputado Alejandro Bahena Flores, secretario de la Comisión de Ciencia y Tecnología, se pronunció por construir acuerdos de colaboración y revisar la política de combate al narcotráfico y la política social.

Precisó que se deben generar políticas de llamada de atención y de colaboración para los que consumen drogas, “porque el verdadero origen y problema son los consumidores de drogas y no sólo de los que la producen y venden”.

También deben existir políticas de atención y prevención desde el sistema educativo para evitar que los jóvenes caigan en la drogadicción, añadió.

En tanto, el director regional del Colegio de la Frontera Norte de Ciudad Juárez, Chihuahua, César Fuentes, señaló que de enero del 2008 a agosto del 2010 hubo 5 mil 500 homicidios en la ciudad, lo que la convierte en una de las más violentas del mundo, y el 40 por ciento han sido jóvenes de entre 16 y 24 años.

Destacó que las situaciones extremas que vive la ciudad están condicionadas por un contexto social que propicia la violencia. “La gran desigualdad en términos de inversión, educación y salud genera “un caldo de cultivo propicio para potenciar la violencia”.

El municipio de Juárez, dijo, tiene los mayores porcentajes de población sin terminar educación básica, la oferta educativa a nivel local solamente cubre el 30 por ciento de la población en la universidad.

Mencionó que también debido a la situación extrema de crisis de violencia hay 20 mil viviendas que se han abandonado porque sus habitantes no pueden sobrevivir ante los niveles tan altos de inseguridad y 100 mil personas se han ido de la ciudad.

El presidente del Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia (CASEDE), Raúl Benítez, comentó que el caso de Ciudad Juárez registra entre el 25 y 30 por ciento de las ejecuciones del país vinculadas al crimen organizado, porque es el único lugar donde las pandillas trabajan para los carteles y es la ciudad donde hay más desarrollo de las pandillas juveniles.

Consideró que en Juárez mientras más policias federales y militares entran más violencia se genera, “los sicarios no le tienen miedo a los despliegues federales y mientras más retenes en las calles hay mayor corrupción”.

Debe haber, enfatizó, una revisión completa de los sistemas de control auditoría y de inteligencia, porque lo que está fallando en la guerra del crimen organizado es la inteligencia. “El Ejército, la armada, la Policía Federal podrían hacer esta guerra con mucho más éxito con inteligencia sin despliegue físico, porque éste sólo deteriora la relación Estado-sociedad civil”.

El director del Departamento de Estudios de Administración Pública del Colegio de la Frontera del Norte, José María Ramos, explicó que el objetivo del seminario es discutir y presentar algunas evidencias de los principales retos y problemas en esta región estratégica en materia de seguridad y desarrollo.

“La situación que se ha visto en Ciudad Juárez con un gran número de muertes violentas en los últimos tres años, amerita una discusión, reflexión y responsabilidad”, dijo.

Consideró que la aportación de la academia es relevante por las propuestas para implementar una visión integral de la seguridad en términos de pública, humana, fronteriza y nacional.

El profesor de la Universidad de Arizona, Francisco Lara, comentó que la frontera Sonora-Arizona está transitando por una crisis y desmantelamiento, por lo que se deben implementar programas de apoyo a mexicanos repatriados.

“Los gobiernos federales de ambos países deben crear programas de intercambio de información que faciliten el actuar conjunto y beneficien a ambos países”, añadió.

El director del Departamento de Gobierno, Administración y Políticas Públicas, IUOG, Madrid, Manuel Villoria, señaló que luchar contra el crimen organizado no es posible desde un solo Estado. “Lo que sucede en México tiene que ver con lo que pasa en Colombia y Estados Unidos, y no se podrá combatir si no se ponen de acuerdo”.

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