La Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), que preside la diputada Esthela Damián Peralta (PRD), aprobó el proyecto de presupuesto de la ASF para el ejercicio fiscal 2011, que asciende a mil 408.6 millones de pesos, 182 millones más en relación con lo aprobado el año pasado.

La diputada explicó que se solicitó un informe por escrito del rediseño de la institución para que los legisladores sepan cómo se actuará en asuntos tan polémicos y delicados como la Licitación 21, el tema del Bicentenario o las concesiones en Mexicana de Aviación.

Se requiere una actuación diferente de la ASF, “una participación en temas vigentes que nos están lastimando como sociedad y que nos tienen en un lugar vergonzoso en materia de transparencia y corrupción”, puntualizó.

Aseguró que “ya no sirve el modelo en que la Auditoría Superior de la Federación solamente revisa la cuenta pública pasada; tienen facultades para auditar cuenta pública vigente y estamos solicitando una participación directa que prevenga la corrupción, no solamente a toro pasado”.

Es necesario conocer cómo, qué y cuáles serán las modificaciones para tener un informe mucho más ejecutivo, actuaciones mucho más directas, señalamientos de resultados de auditorías más contundentes, más específicos.

Señaló que en materia de fiscalización los debates, discusiones y desencuentros son más álgidos, “porque no tenemos en estos momentos un cuerpo técnico que nos apoye permanentemente para afrontar esos temas”.

Durante la reunión, la diputada Marcela Guerra Castillo (PRI), secretaria de la Comisión, indicó que es necesario revisar el modelo “no porque no funcione, sí funciona, sin embargo aspiramos a tener un órgano fiscalizador funcional que dé resultados y que en el momento de la corrupción no baste con una denuncia”.

Planteó que debe haber una verdadera restitución en el caso de la ofensa a la hacienda pública de funcionarios o privados que utilicen recursos públicos, para tener no sólo un sistema de verdadera rendición de cuentas y fiscalización, sino que realmente haya una restitución a la hacienda pública.

“Es el momento de sentarnos a ver qué hacemos con la Auditoría Superior de la Federación para que funcione, para que haya una restitución a la hacienda pública, porque eso es lo que cuenta –no denunciar y hacer todo un cuerpo de enunciados de cada área— y que haya consecuencias a los malos hábitos administrativos”.

En su oportunidad, el diputado Manuel Jesús Clouthier Carrillo (PAN), secretario de la Comisión, cuestionó para qué darle más recursos a la ASF cuando se perciben problemas de corrupción en muchos campos.

Consideró que la Auditoría debe ser un instrumento de la sociedad para inhibir la corrupción, “además debe ser una institución modelo del México que queremos, no del que somos, y ejemplo en el manejo de recursos, con criterio transparente, eficiente y, por supuesto, honesto.

Indicó que no se debe poner en entredicho la credibilidad de esta institución y se pronunció por fortalecerla, pero no con más recursos, sino en su credibilidad.

Asimismo, se aprobó el proyecto presupuesto de la Unidad de Evaluación y Control (UEC), que asciende a 69.1 millones de pesos.

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